­La historia ha dejado en Lorca una huella indeleble. A lo largo de los siglos la ciudad ha ido fraguando un rico patrimonio cultural que hoy impresiona al visitante y le permite retroceder en el tiempo en una excursión llena de sorpresas.

La prehistoria, la romanización y el periodo medieval árabe y cristiano fueron dando forma a una ciudad singular que presume de sus calles empedradas, un espléndido castillo, una sinagoga y la única iglesia-colegiata dedicada a San Patricio en España. La iniciativa ´Lorca, Taller del Tiempo´ ha permitido el diseño de una atractiva oferta de entretenimiento organizada en torno a la recuperación del patrimonio histórico y la creación de nuevos equipamientos culturales y turísticos que han dado lugar a un espacio temático en el casco viejo. Con este proyecto innovador se persigue que el viajero se empape de la historia y la vida de la ciudad y que, además, se divierta.

Dentro del conjunto de los recursos que gestiona ´Lorca, Taller del Tiempo´ se encuentra el Centro de Visitantes ubicado en el restaurado convento de La Merced, punto de partida del recorrido por la ciudad. En dicha instalación, el viajero contempla una exposición permanente que transmite la esencia de Lorca. La visita sigue por la Fortaleza del Sol, donde el turista disfruta de una experiencia única que combina el ocio con la cultura, el aprendizaje con la diversión. El Castillo se ha convertido así en el escenario de visitas inolvidables durante el día y de espectáculos mágicos durante las noches de verano.

Seña de identidad

Fortaleza defensiva, atalaya y seña de identidad de lorquinos de todos los tiempos, el Castillo ha sido ocupado y reinventado por sucesivas civilizaciones desde la época argárica hasta el siglo XIX. En la actualidad propone espacios expositivos en los torreones y aljibes restaurados, escenas de historia en vivo con personajes que transportan a otros tiempos, talleres, espacios infantiles y arqueología en directo. En el recinto el visitante dispone de cafetería y parking.