Esta es la historia de una niña llamada Josefina. Ella vivía con su abuelita Rita porque sus papas trabajaban fuera de la ciudad.

Las dos pasaban los días en un piso situado junto al teatro, su abuelita cosía los trajes para los actores y siempre estaba ocupada con su trabajo.

Cuando Josefina salía del colegio, llegaba a casa, dejaba la mochila, saludaba a su abuelita que estaba con la máquina de coser, y directamente se tumbaba en el sofá frente a la televisión durante horas y horas, un día y otro día, un mes y otro mes, y aunque su abuelita le decía siempre:

-Pequeña, pasas demasiado tiempo frente al televisor, vamos levanta ya! ¿Quieres ver como me ha quedado este traje de mosquetero?

Josefina pensó: -Menudo aburrimiento, y contestó:

-No, déjalo, estoy viendo Patito Feo, después me lo enseñas.

A Josefina todo le parecía aburrido, el cole, sus amigas, los libros, el mundo y la vida también le parecía aburrida. Tan solo la televisión y los momentos que pasaba jugando en la bañera con la espumita del jabón le devolvían un poco la alegría.

Su abuelita pensaba todos los días en qué podía hacer para que Josefina volviera a ser esa niña divertida y alegre que siempre fue.

Pasó la Navidad, y llegó el carnaval, la abuelita pensó que, como Josefina lo pasaba tan bien con la espuma del jabón cuando se bañaba, quizá si le hacía un traje de pompas de jamón le devolvería toda esa alegría que había perdido. Así lo hizo. Y un día, al llegar del colegio, ya estaba frente al televisor cuando su abuelita le dijo:

-Pequeña ¡vamos apaga esa televisión! Ven aquí, pruébate este traje nuevo.

Josefina giró su cabezo, abrió sus grandes ojos y corrió hacia ella, le pareció el traje increíble, un auténtico y maravilloso traje de pompas de jabón. Cuando se lo puso sintió toda la magia, alegría y amor que su abuelita había querido transmitirle.

Era el gran día del desfile de carnaval, y ahí estaba ella con su traje de pompas, se sentía una super woman, estuvo jugando con otros superhéroes, Spiderman, Batman, no dejó de reír y jugar y descubrió que existe otro mundo más allá del ofrecido por la televisión.

Ahora cuando está triste o aburrida se coloca su traje de pompas y sale con los patines o la bici en busca de sus amigos los superhéroes.

FIN