­El teléfono regional de emergencias, el popular 112, demostró sobradamente su eficacia durante las trágicas jornadas vividas por los lorquinos hace ahora un año. Los operadores atendieron del miércoles 11 al martes 17 de mayo un total de 25.631 llamadas, lo que supuso una media de casi tres llamadas por minuto. Al tiempo, miles de profesionales y voluntarios se volcaron con Lorca durante los días más críticos y mantuvieron su presencia hasta que la situación se normalizó.

Los trágicos sucesos de Lorca ocasionaron un elevado incremento de llamadas al teléfono de emergencias, especialmente el mismo 11 de mayo con 3.781; al día siguiente de los seísmos, con 4.037, y el día 13, con 4.036 llamadas. El aumento del número de comunicaciones telefónicas hizo que la unidad encargada de atender las llamadas duplicara sus efectivos. El 112 cerró mayo con 100.963 llamadas en toda la Región. Fue el mes con más asuntos atendidos de todo 2011 y en comparación con el año anterior experimentó una subida superior al 9 por ciento.

Los terremotos, de magnitud 4,5 y 5,1 en la escala de Richter, supusieron la activación del plan especial para casos de riesgo sísmico, conocido con las siglas Sismimur. Ante la gravedad de los daños, el Gobierno regional decidió decretar el nivel 2 de emergencia, lo que permitió la colaboración de otros organismos en las labores de búsqueda y rescate de personas, evaluación de daños y ayuda a los damnificados.

Desde el puesto de mando avanzado en el Huerto de la Rueda se coordinaron durante los primeros días todas las actuaciones de los siete grupos de acción encargados de garantizar la seguridad y ayudar a los afectados lorquinos.

El grupo de intervención, con 1.346 bomberos, casi 600 efectivos de la unidad militar de emergencias y demás profesionales que intervinieron de forma solidaria, se encargó de reducir y controlar los efectos de los seísmos. Más de 200 voluntarios (arquitectos, aparejadores e ingenieros de caminos) conformaron el grupo de evaluación sísmica para comprobar el estado de las estructuras de las viviendas.

De supervisar los daños en las infraestructuras principales y restablecer los servicios esenciales se encargó otro grupo específico, mientras que los 951 efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado atendieron el orden público, la seguridad ciudadana, la regulación del tráfico, el control de accesos y la identificación de las víctimas.

El grupo sanitario prestó atención a casi 1.100 personas, trasladó a 153 afectados en ambulancia, y practicó 392 evacuaciones de los hospitales Rafael Méndez y Virgen del Alcázar a otros centros de la Región. Asimismo, el grupo de acción social se encargó de establecer la infraestructura necesaria para atender a los damnificados en todos los aspectos sociales derivados de la emergencia.

Finalmente, el grupo de apoyo logístico dotó de los equipamientos y suministros necesarios para el desarrollo de las actividades de los grupos de acción y todas aquellas que precisaron su atención como consecuencia de la evolución del suceso. Así, se repartieron más de 31.600 unidades de desayuno, comida y cena, casi 8.000 mantas, 1.300 sacos de dormir y 1.346 kits de higiene