­La Consejería de Cultura y Turismo de Murcia se presentó desde un primer momento en Lorca, tras los terremotos del 11 de mayo de 2011, con dos prioridades. La primera fue evaluar en directo los daños que precisaban una intervención inmediata; la segunda, poner en marcha mecanismos de toda índole para adecentar, recuperar y reconstruir todo cuanto hubiese sufrido los efectos de los seísmos.

Fruto de su iniciativa fue la creación de la Unidad de Intervención Rápida de Patrimonio Cultural en caso de Riesgos Naturales, vinculada a los planes de Protección Civil, un proyecto pionero que fue presentado como tal como en el Consejo Nacional de Patrimonio.

«La mayor catástrofe patrimonial de Europa en las últimas décadas», como la definió el propio consejero de Cultura, es, también en palabras de Cruz, «una ocasión para demostrar que el orden, la precisión y el afán por preservar nuestro patrimonio histórico pueden vencer a lo incontrolable, por desproporcionadas que sean sus manifestaciones». Además, la Consejería creó una línea de ayudas de 200.000 euros para que las empresas lorquinas de hostelería y vinculadas al sector turístico puedan afrontar sus primeros gastos.

«Lorca no es una cuestión local; Lorca somos todos». Esta es la idea que ha informado el protocolo seguido desde la Consejería para implicar a instituciones y particulares, organismos públicos y privados, observadores y especialistas en iniciativas que permitan a la Ciudad del Sol recuperar el pulso.