Una semana después de la apertura de la octava edición de la Muestra de Vino y Alimentación de la Región de Murcia, es hora de hacer balance. Mateo Párraga, presidente del Club de Cata de la Sacristía, se muestra satisfecho con la respuesta de murcianos y visitantes.

¿Cómo están respondiendo los ciudadanos a esta nueva edición de la feria?

Muy bien. La verdad es que nos ha sorprendido gratamente el número de personas que han pasado estos días por el recinto, sobre todo en las primeras jornadas, que siempre habían tenido una menor afluencia. Este año se han registrado entre un 18% y un 30% más de visitantes que en otras ediciones.

¿A qué cree que se debe ese aumento?

A la calidad de los productos que se pueden degustar y al precio del tique. A nosotros no nos mueve interés económico alguno. Lo que queremos es tener un público asiduo y que la gente venga a disfrutar de la muestra. Por eso hemos mantenido el precio. Y esa decisión nos ha beneficiado porque, a pesar de los tiempos de crisis que corren, la gente se anima a venir para tomarse tapas y vinos.

¿Cuál es el perfil de los asistentes?

No existe un perfil específico. A la muestra vienen personas de todas las edades y nacionalidades. Eso sí, un 50% de los asistentes son jóvenes, menores de 35 años. Muchos llegan con amigos o con su pareja. Precisamente estos últimos suelen compartir bandeja, porque, por el momento que vivimos, no pueden hacer un gasto elevado, y aquí por 9 euros tienes tres vinos, cuatro tapas, el vermú, la cerveza y, además, puedes conseguir un premio. Por eso, este año, los tres primeros días no se veía mucha gente en otros sitios y, sin embargo, la feria estaba llena.

¿Dónde radica el éxito de la muestra?

Como ya he comentado antes, el precio es uno de los motivos por los que la gente acude al recinto. Los visitantes, incluso los más jóvenes, son amantes de la cocina murciana y el buen vino y aquí tienen la oportunidad de degustar vinos muy caros a un precio asequible. De hecho, hay algunos que cuestan 17 euros la botella, una cantidad de dinero que no todo el mundo se gasta en este tipo de productos. Sin embargo, aquí los clientes prueban esos vinos, degustación que les permite comprobar si son de su agrado. Así, si les gusta el vino, luego pueden comprarlo sabiendo que tiene un sabor y un gran buqué ideales para un tipo de evento específico.