Inmoral. Esta es la palabra con la que se podría definir la actitud de la concejala de Ahora Murcia en el Ayuntamiento de la capital Ángeles Moreno Micol tras los numerosos escándalos desvelados por este diario sobre la propiedad de su vivienda en Senda de Granada.

Recordemos: no tiene cédula de habitabilidad, tal y como ha confirmado Urbanismo; la piscina y la vivienda no fueron declaradas al Catastro, ésta última detectada por una inspección en 2014 gracias a la cual se le obligó a pagar el IBI de ese año y de los cuatro anteriores, confirmado también por este organismo público del ministerio de Hacienda; y el contrato de agua se hizo como casa de aperos (pese a ser un chalé de más de doscientos metros cuadrados con una piscina considerable que llenar).

Ante estas evidencias sobre presuntas irregularidades, contrastadas y avaladas por numerosa documentación, ¿qué hace Moreno Micol y Ahora Murcia? Directamente, nada. Guardan silencio durante días sin responder al teléfono, salen ante los medios voceando que tienen ‘papeles’ que se niegan a mostrar cuando les son requeridos y esperan que los ciudadanos crean que «todo ha sido aclarado». Nada más lejos de la realidad.

Seguimos esperando una explicación que no llega de la que se autoproclama adalid de la defensa de la huerta, esa misma que se hizo una casa en la misma huerta y que olvidó declarar.

Mientras, cargan contra el mensajero, el mismo medio que desveló los audios de Roque Ortiz, el que sacó el currículum inflado de una concejala de Ciudadanos y en portada a un dirigente socialista reunido en un hotel con el fiscal. En aquellos casos la información fue recibida entre vítores, pero no sólo por Ahora Murcia sino por el resto de grupos municipales. Ahora bien, cuando se trata de uno de ellos, la cosa cambia.

El resto de grupos de la oposición guarda silencio, no se pronuncian cuando en anteriores ocasiones les faltó tiempo para levantarse de las reuniones y pedir explicaciones. Ahora no. Ahora rehúsan ver documentos, no quieren levantar la voz en contra de alguien de su bancada y de puertas para adentro reconocen la gravedad del asunto a la vez que indican que existe un ‘pacto de no agresión’. Esa es la responsabilidad que muestran.

Los periodistas seguimos esperando esas explicaciones y documentos que no llegan mientras en Ahora Murcia, la marca blanca de Podemos en el ayuntamiento de Murcia, hacen gala de una gran falta de ética y de transparencia política.