Por una de esas cosas que nunca esperas el otro día pasamos la tarde en pleno siglo XII, en aquella Mursiya próspera e independiente, en la que se desarrolló la mejor agricultura del momento y se vivió una etapa dorada€ Descubrimos uno de los rincones más increíbles que hay en esta capital, el antiguo Alcázar Mayor, en el conjunto monumental de San Juan de Dios, donde se pueden visitar los restos de la muralla de la ciudad donde se erigía un minarete orientado a la Meca que mandó construir Ibn Mardanix, Rey Lobo, que se construyó allí todo un mausoleo en un gesto cultural que podríamos definir como identitario de aquella época en la que la Murcia musulmana comenzó a desarrollar una identidad propia, diferenciada de la tradición musulmana.

El Rey Lobo dejó allí los restos de una época dorada, en la que perfectamente se puede pensar como el origen de una cultura propia, diferenciada y que puso la base para que más adelante, con la llegada del entonces infante Alfonso X El Sabio, luego Rey de Castilla, supusiera una confluencia de acuerdos para que Murcia siguiera su camino. En aquel mismo lugar, junto a lo que hoy es la Catedral, que antes fue la mezquita de la ciudad, Alfonso X El Sabio creó la primera iglesia dedicada la Virgen en Murcia, la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, origen de la actual San Juan de Dios.

Allí se conserva un hito en forma de mihrab. Un oratorio, con una decoración original, que deberíamos conocer todos los murcianos. Paseamos por los restos y no costó mucho, gracias a la maravillosa imaginación de los niños, mirar al horizonte y descubrir las casas y callejones bajo la muralla y los noventa torreones que defendían la medina de los almohades€ Casi pudimos ver la Arrixaca y el barrio construido en las afueras de la muralla, hoy ruinas en San Esteban, donde los mercenarios que ayudaron a mantener el desarrollo de Murcia formaron un barrio cristiano.

Pero lo que sentí allí, conociendo un poco más aquella época, es que fuimos una tierra en la que los pueblos pudieron convivir, de alguna forma, porque se fusionaron con este precioso lugar que deja el Segura en el valle. Sea más real o más ficción, eso percibí y con eso me quedo.

Saquen un rato y visiten los restos del Alcázar Mayor, en San Juan de Dios. Vale.