Un año después de su nacimiento, FAC Sureste se estrenó como federación cannábica de la Región de Murcia en la XXII edición de la Marcha Mundial de la Marihuana del pasado 5 de mayo en Madrid.

La Federación de Asociaciones Cannábicas del Sureste (FAC Sureste) se sumó por primera vez a la multitudinaria marcha por la legalización integral de la marihuana en nuestro país. El colectivo murciano, compuesto por cuatro asociaciones cannábicas de la región, Carmate y KTF de Cartagena y AMIC y OUR Garden de Murcia, contrató para la ocasión un autobús para que todos los interesados de la comarca pudieran acudir al evento de reconocimiento mundial y volver ese mismo día.

Un acto de asistencia obligatoria que los activistas murcianos no podían perderse, FAC Sureste debutaba en primera línea como Federación Cannábica de la Región de Murcia en una manifestación de gran calado mundial en la comunidad cannábica. Bartolomé De Haro Cabanas, presidente de FAC Sureste, encabezó la marcha junto con varios representantes de ENCOD (Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y eficaces), de CONFAC (Confederación de Asociaciones Cannábicas) y de AMEC (Asociación Madrileña de Estudios sobre el Cannabis), portando una pancarta con el lema de la movilización: «La prohibición es discriminación. Por el autocultivo personal y colectivo».

Durante la manifestación, que duró desde las 18.00 en la Puerta del Sol y, hasta las 21.00 en la Plaza de España, las calles de Madrid se colmaron de globos verdes con una hoja de marihuana y un mensaje acorde con la causa: «Sin mordazas. No + multas». Los buenos humos de los asistentes bañaban el ambiente al son de varios gritos de reivindicación como «el porrito no es delito» o «basta ya de hipocresía, libertad para maría», en un largo recorrido que se desarrolló de forma optimista y pacífica al ritmo de la batukada.

El silencio mediático sobre el evento por parte de grandes grupos de comunicación contra la regulación del cannabis fue un hecho irrefutable. Varios medios de comunicación cubrieron el evento, como La Sexta TV o Marihuana Televisión; sin embargo, algunas cadenas generalistas que dedicaron tan solo unos segundos al acto hablaron de ´decenas de personas´ en lugar de las miles que podían contarse.

Los activistas organizadores resaltaron el abrumador papel del tinglado prohibicionista y la voracidad del capitalismo que se benefician de la criminalización de los consumidores de cannabis y vulneran sus derechos convirtiendo su adicción en un delito. Beatriz Macho y Héctor Brotons, reconocidos juristas y portavoces de la ConFAC, pusieron de relieve en su manifiesto las contradicciones de la legislación española que muestran la urgente necesidad de una regulación integral que esclarezca la situación.

La doble moralidad hipócrita e insostenible que juzga al cannabis en España no tiene ningún sentido. Se permite el consumo de cannabis, pero se criminaliza y persigue a los defensores y cultivadores de esta planta, mientras el Estado español se beneficia de todos los impuestos que genera este sector económico cannábico, que abarca desde el IVA de los productos destinados al autocultivo hasta la recaudación a través de impuestos y nóminas de los trabajadores de todas las empresas, asociaciones y colectivos cannábicos.

Por no hablar de las recaudaciones millonarias que se obtienen a través de las multas que se convierten en un impuesto indirecto del cannabis que también fueron nombradas en la lectura. En el manifiesto también se puso en el punto de mira a la ´Ley de IN-seguridad ciudadana, Ley Mordaza´ que castiga a los consumidores de cannabis con sanciones desorbitadas que parten de los seiscientos hasta los 10.000 euros que recaen principalmente en los consumidores que autocultivan, y a la ¡Ley de seguridad vial´ que discrimina a las personas usuarias de sustancias ilegales, frente a las que consumen alcohol y otras sustancias legales, puesto que sanciona la simple presencia de dichas drogas en el organismo sin importar que se esté o no bajo sus efectos.

El objetivo de la marcha defiende entonces algo más que atender a la regulación del cannabis terapéutico cuyo férreo control causa efectos desastrosos en la investigación médica, sino también de reivindicar los derechos de los consumidores del cannabis, apoyando el movimiento cannábico a favor de la regulación responsable integral del consumo, ya que se tiene en cuenta que todos los usuarios adultos tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y sus hábitos sin que se juzgue su libre elección personal como un crimen.

La principal propuesta que contempla esta marcha es proclamar un camino claro y serio hacia la regulación integral, que elimine la estigmatización y los prejuicios vinculados a los usuarios del cannabis, creando marcos políticos que promuevan el respeto a la libertad de los consumidores y la reducción de riesgos, que adapten sus políticas a la realidad social y eduquen para evitar un uso perjudicial, tal y como sucede con otras drogas como el alcohol y el tabaco, ambas igual o más dañinas que el cannabis. Una regulación total que genere beneficios económicos a través de la recaudación de impuestos y que libere del mar de la inseguridad jurídica a los defensores de esta planta.