Después de ser presidente durante ocho años de la Federación de Asociaciones de Vecinos/as de Cartagena y Comarca (FAVCAC) 'Fernando Garrido' y tras tres años fuera de responsabilidades del movimiento vecinal, vuelvo con ilusiones renovadas y con el pleno convencimiento de que es la hora de los movimientos sociales, ya que tras la crisis y las expectativas frustradas tras el movimiento 15M, es la sociedad civil, a través de sus organizaciones, la que se tiene que convertir en la verdadera protagonista de la vida política.

Y es que, paradójicamente, lo que parecía que iba a acabar definitivamente con el tejido asociativo en nuestro país debido a la reducción drástica de las subvenciones es, en cambio, a mi entender, una oportunidad que se nos brinda para poder volver a tejer la red social y trabajar de manera conjunta por nuestros barrios, nuestros pueblos y nuestras ciudades. Esa misma red que funcionaba de manera solidaria antes de la llegada de la democracia a nuestro país y que los distintos Gobiernos que han estado al frente de las instituciones se encargaron de trocearla, con redes clientelares, con el fin de que cada organización trabajara únicamente en su ámbito, cumpliendo la máxima de 'divide y vencerás', que en este caso sería, 'divide y controlarás'. Pero es que, además, hemos tenido que gestionar otra vez la descapitalización de los cuadros de muchos de esos movimientos que han acabado en distintos partidos políticos en esta nueva etapa, al igual que ocurriera en los primeros años de la democracia.

Y si hay un movimiento social por excelencia, ese es el movimiento vecinal, un movimiento transversal que se tiene que convertir en protagonista a la hora de articular con el resto de colectivos la dinamización social de nuestros barrios, pueblos y ciudades, siendo quienes propiciemos ese cambio tan necesario de pasar de una democracia representativa, donde sólo nos buscan cada cuatro años para que depositemos el voto, a una democracia participativa donde seamos capaces de empoderarnos y poder decidir sobre nuestro futuro, sin pretender sustituir a los políticos, pero sí desde la participación real y desde el control más exhaustivo a nuestros representantes en la gestión de nuestros dineros, desde la reivindicación independiente, apartidista, que no apolítica, acompañada siempre por la aportación de propuestas, para lo que se hace necesario que siempre estemos representados en todos los foros de decisión con voz y con voto.

Y en eso estamos la nueva junta directiva de la FAVCAC, 46 personas con muchísima ilusión y con un gran número de mujeres y de jóvenes para asegurarnos la igualdad y el relevo generacional del movimiento vecinal, y darle una nueva visión y un nuevo impulso a las asociaciones de vecinos, dispuestos a afrontar los innumerables retos que tenemos por delante.

Retos como el de exigir que de una vez por todas se elabore un nuevo Plan General de Ordenación Urbana para Cartagena, participando desde el minuto uno en el diseño de municipio que queremos y, muy enlazado con este tema, conseguir que las infraestructuras ferroviarias de pasajeros y de mercancías podamos sacarlas fuera de los barrios por donde actualmente pasan las vías, y que cuando llegue el AVE lo haga soterrado a la estación actual.

Seguir defendiendo los pilares del Estado del Bienestar, tanto la educación, la sanidad, como los servicios sociales públicos, en contra del proceso privatizador que los distintos gobiernos del PP han ido marcando en nuestra región. Ni que decir tiene que no cejaremos en nuestro empeño para que se cumpla la ley aprobada en la Asamblea Regional y que el hospital del Rosell sea un hospital general con todos sus servicios, a fin de acabar con la situación crítica que en materia sanitaria sufre la comarca.

Que se tomen medidas respecto de los convenios de los Ayuntamientos con las empresas concesionarias (agua, limpieza, residuos, transporte?) que son como agujeros negros que fagocitan la mayor parte de los presupuestos municipales y que las más de las veces ni se las controla ni dan un buen servicio.

Demandaremos a las Administraciones soluciones contra los problemas de contaminación que venimos sufriendo, ya sea atmosférica, de suelos contaminados, acústica, electromagnética, alimentaria? exigiendo a los Gobiernos cambios en sus políticas hacia modelos más sostenibles.

Asimismo, seguiremos trabajando en aras de la igualdad plena entre hombres y mujeres, reivindicando medidas mucho más efectivas para acabar con la vergüenza que supone la violencia de género en nuestra sociedad. Trabajaremos en contra de la discriminación de los barrios y los pueblos respecto de los centros de las ciudades y por el problema de la inseguridad ciudadana. Continuaremos haciendo comarca, y cómo no, seguiremos luchando por la regeneración del Mar Menor y de la Bahía de Portmán. Y para todo ello exigiremos que de una vez por todas se nos brinden procesos de participación real, elaborándose reglamentos de participación ciudadana donde podamos ser partícipes en la toma de decisiones y no meramente unos convidados de piedra como viene ocurriendo en la mayoría de nuestros municipios.

En definitiva, a través de la labor de la junta directiva de la FAVCAC y de las 97 asociaciones federadas, pretendemos contribuir a propiciar ese cambio imprescindible para que la ciudadanía pueda vislumbrar un futuro mejor donde una regeneración democrática real sea posible, y donde nos sintamos parte y garantes de la misma.