Fixo, celo, esparadrapo, cinta aislante, cinta americana€ Al final, todo evoluciona, pero hasta en el más avanzado sistema de ingeniería puede ser necesario un trozo de papel celo para arreglar un pequeño desajuste. ¿Alguien conoce un mando de garaje o de televisión que no acabe rodeado de fixo, celo, cinta aislante?€ Bueno, algunos duran un par de años, pero quién no tiene uno al que de vez en cuando curamos cambiándole la cinta. Las pelotas de casa con bolsas y papeles a presión salían bien con la cinta aislante clásica, la marrón gruesa. La técnica era sencilla, ir rodeando el conglomerado en dos direcciones, de norte a sur y de este a oeste, o al revés, hasta que la cosa quedaba en una pelota más que digna para jugar en el pasillo.

A veces en casa no había cinta aislante y la hacíamos con esparadrapo. Botaba menos y se hacía más pesada, y era algo más cara, que el esparadrapo tiene una connotación médica que podría ser un elemento ajeno al mundo del adhesivo casero, pero bueno, como también lo hemos usado para la puerta del frigo, algún jarrón o bases de lámpara, incluso para tapar cables, hay que dejarlo.

Lo que es otro mundo es la cinta americana. Descubrir la cinta americana en la vida es sólo comparable al momento en el que descubres las toallitas. Más dura que la piel de zapato, alargaba la vida de las Airwalk en continuo roce con la lija del skateboard, al menos dos años, más adhesiva que el superglú y con ése gris perla brillante que le otorga el reinado en el adhesivo casero€ Aunque se le queda corto, que esto no lo sé seguro, pero apostaría un arroz en la huerta a que es así, los astronautas la llevan en el bolsillo especial ése en el que les colocan una pastilla roja por lo que pueda pasar. Antes de la pastilla hay que tratar de solucionarlo, sea lo que sea, con cinta americana.

Los roll ups se vuelan. Esto es así. En pleno siglo 21, cuando en Dubai los roll ups deben ser de imagen virtual, aquí los amarramos con celo, o cinta aislante o cinta americana a algún agente externo que nos lo aguante . Eche un vistazo en los próximos diez semáforos que se pare. En alguno verá un retrovisor, incluso todo un parachoques, sujeto con cinta americana. Dicen que es innífuga e irrompible. Así que sí, en dos días vendrán drones con el pan de cereal a la puerta de nuestra casa y pagaremos con la pupila, pero si al dron se le descuelga una hélice se la pegaremos con fixo y a seguir. Vale.