2 DE MARZO

Alcaldes del tiempo. Asisto, en la planta superior del palacio Almudí, a la inauguración de Pátina del tiempo, una exposición de Nono García cuyos cuadros ya había visto en su taller de Mula. La admirable obra de Nono, sobria y serena como él mismo, asimila influencias de Ramón Gaya, de Pedro Cano, de Antonio López. Entre el público que contempla sus grandes bodegones de relojes antiguos descubro paseando (como una sombra borrosa en la que nadie repara) a un alcalde de la Murcia pasada. Al rato, varias personas hacen bajar casi en volandas al artista hasta la puerta del palacio. Los sigo. Por la calle se aproxima el alcalde de la Murcia presente, que es recibido con sonrisas y conatos de genuflexión. Recuerdo un cuento fantástico de Eloy Cebrián donde los pisos superiores de un edificio conducían al pasado, y los inferiores al porvenir (o quizá al revés). La exposición de Nono tiene que ver con el tiempo. Me pregunto si, de seguir descendiendo hasta un nivel por debajo de la calle, me encontraría en él con un alcalde de la Murcia futura.

3 DE MARZO

Por esos montes y riberas. Cada año, un grupo heterogéneo de naturalistas, geólogos, cartógrafos y diletantes varios nos reunimos en torno a la figura patriarcal de Lázaro Giménez, fundador de la editorial Natursport, optimista irredento e incansable trazador de senderos; su último empeño, reconstruir el camino que siguió el místico San Juan de la Cruz («iré por esos montes y riberas») desde Beas de Segura hasta Caravaca. Hoy subiremos al cerro de Moratalla la Vieja guiados por Cristina Sobrado y Jesús Rodríguez. Han venido en nuestro coche Susi Oñate y Juan Antonio Moya, amigos desde tiempo inmemorial, y están también Paco Franco, Pepe López de Haro (estoico retratista de animales salvajes) y hasta un total de quince personas.

El viento sopla en la meseta que corona el cerro e infla nuestros anoraks mientras avanzamos entre los pinos. Cristina señala las sierras del Buitre y de los Álamos, el lanchar de la Cruz, los valles del Benamor y del Alhárabe. Varias civilizaciones contemplaron este mismo panorama; de hecho, las monedas antiguas (parpallas) se encontraban aquí con tanta facilidad que los vecinos las empleaban hasta no hace mucho en sus transacciones comerciales. En la roca madre hay petroglifos de diez mil años de antigüedad. El espino negro, el marrubio, el esparto y la artemisa crecen entre los muros derruidos de una ciudad borrada por el tiempo que también tuvo sus próceres y sus vanidades.

Comemos en un mesón de Moratalla. Entre el trasiego de copas de vino y codillos de cerdo sale varias veces a la palestra Harvey Weinstein, productor de Hollywood a quien se atribuye haber acosado a medio centenar de actrices. En estos días, Weinstein es una de las personas más nombradas del mundo. Su caso ha impulsado a gran escala la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres pero, a la vez, ha generado una ola de neopuritanismo. La ley del péndulo. Esa imprecisa frontera entre lo justo y lo ridículo es motivo de encarnizados debates, sobre todo cuando (como en esta sobremesa) se enfrentan representantes de ambos sexos.

4 DE MARZO

El vicio y el ser. Estoy esperando con el coche en un semáforo, cuando reparo en que el camión que hay delante de mí lleva escrita la frase: «Vicio a domicilio». Qué extraño. Me pregunto si se tratará del repartidor de una sexshop. Luego me acuerdo de la librería Gigamesh, en Barcelona, que vende toda clase de objetos para frikis y tiene como lema «Vicio y subcultura». ¿Se tratará de algo así? Levanto la mirada hacia la parte alta del vehículo para terminar descubriendo que, en realidad, todo es más prosaico: el camión pertenece a la empresa Hnos. López Frutas y Verduras y (ahora lo entiendo) de la frase que he leído al principio se han despegado las tres primeras letras: s, e y r.

Hoy ha muerto Jorge Wagensberg, divulgador científico de cuyos libros espigué numerosos aforismos. Valga éste como homenaje: «La gran ciencia es producto de una insatisfacción estética». O este otro: «Lo improbable asombra a todo el mundo, lo cotidiano sólo al genio».

5 DE MARZO

Radio Relax. Voy con Paco López Mengual a las instalaciones (la palabra es excesiva) de Alguazas Radio, modesta emisora en la que María José Sánchez hace de todo salvo de invitado: es locutora, guionista, técnico de sonido, community manager y utillera. Nos entrevista Raquel Mengual, prima de Paco que comparte con él algunos rasgos faciales, aunque no la melena rizada que corona la cabeza de mi amigo. Improvisamos. Paco empieza narrando una de las historias que suele contar por las calles de Murcia, el crimen de La Perla. Aunque se la he oído otras veces, logra cautivarme; narrar es seleccionar los detalles adecuados, y él sabe cómo hacerlo.

Raquel arroja a las ondas la consabida cuestión de cómo fomentar la lectura entre los niños. Lo primero (aventuro) es impedir que vean en los libros un tostón. Menciono a una profesora de mi bachillerato (´la Blasco´ la llamábamos) cuya habilidad para hacer atractiva la literatura era tan exigua que, en vez de leer Cien años de soledad, le fusilé el comentario de texto a un compañero. Años después, ese libro me revelaría algo capital: que la forma de contar es tan importante como lo que se cuenta. Pero si lo descubrí fue gracias a la machaconería de un amigo que me animó a leerlo (Francisco Sánchez Rodríguez) y no al sistema educativo.

Para concluir el programa, Raquel dedica un espacio a la relajación. Mientras María José pone música de fondo, ella lee (o susurra) un texto que acaba de redactar sobre la marcha: «La felicidad se instala en ti y la sientes, y esa sensación de amor por ti mismo recorre tu cuerpo físico y tus emociones en forma de una luz rosa que pasa por tu cabeza, por tus hombros, por tu tronco, por tus piernas». Su voz cálida y sedante, los gemidos y suspiros que intercala, llegan por momentos a despertar otro tipo de evocaciones en mi mente. «Dedicar un minuto de música y color para ti te darán alegría y salud. Siempre».