Desde hace tiempo que se percibe en el mercado de la construcción y promoción cierto cambio de tendencia con respecto a etapas pasadas. Tras recomponerse el mapa del sector bancario español casi por completo, se comienza a ver con otros ojos las operaciones de compraventa de viviendas y locales. Por otra parte, el sector inmobiliario crece con cierto dinamismo y se aprecia, a simple vista, con grúas en numerosas ciudades de la Región de Murcia.

Durante los años más duros de la crisis económica, los compradores se limitaban a ser ahorradores o inversores con la capacidad económica suficiente para realizar operaciones al contado, aprovechando la bajada de precios, o clientes finalistas con poco grado de apalancamiento y solvencia financiera demostrable para las entidades de crédito.

Son ya numerosos los trimestres en los que aumenta el número de compraventa de viviendas, situándose las operaciones de segunda mano muy por delante de las de obra nueva. La razón principal, la falta de oferta a estrenar en el mercado, debido al período de tiempo necesario para sacar a la venta este tipo activo y la falta de financiación al promotor de años anteriores para estas operaciones.

La mayor parte de los agentes coinciden en que en 2018 se consolidarán las ventas en el sector, marcando en cierta forma un camino hacia la recuperación, pero rechazan que se pueda volver al modelo anterior en el que se especulaba para vender a corto plazo con grandes plusvalías, donde la demanda en muchas zonas era ficticia. Ahora, el principal objetivo es un cliente finalista que busca de aprovechar todavía la bajada de precios y un inversor a largo plazo que persigue la rentabilidad a través del alquiler y una plusvalía a futuro pero no necesariamente en el corto plazo.

En los últimos doce meses se han vendido en España 516.643 viviendas, lo que supone un 15,8% más que en los doce meses anteriores, registrándose incrementos en todas las Comunidades autónomas en el tercer trimestre.

Las mayores subidas se produjeron en La Rioja (32,9%), Cantabria (31,9%), Ceuta y Melilla (26,3%), Murcia (25,6%) y Andalucía (23,6%), mientras que los menores avances se registraron en Extremadura (5,7%), País Vasco (6,3 %), Comunidad de Madrid (7,9%) y Navarra, (9,9%).

Los datos para la Región, aunque esperanzadores para el sector demuestran que seguimos a la cola en inversión extranjera en vivienda. Seguimos sin saber proyectarnos al exterior y captar inversión y turismo a diferencia de como lo hacen en nuestro entorno más próximo.

La competencia más dura la tenemos pegada a los límites de nuestra Comunidad autónoma. La vecina provincia de Alicante registra el mayor número de compraventas por extranjeros residentes de toda España, por delante incluso de Madrid y Barcelona. Nosotros no conseguimos posicionarnos como destino, pese al potencial que poseemos de costa, cultura, gastronomía, climatología, etc.

Por otro lado, la situación sociopolítica en Cataluña está influyendo negativamente en la economía de esa zona de España que está perdiendo todo tipo de inversiones. ¿Será una oportunidad para la Región de Murcia?

2018 es el momento de seducir al inversor inmobiliario internacional porque podemos hacerlo. Tenemos talento, conocimiento, ganas y fortalezas múltiples. La climatología, el medioambiente y los recursos naturales están de nuestra parte.