Luis María Linde, gobernador del Banco de España, lleva una racha de declaraciones y afirmaciones alrededor de las pensiones públicas que me atrevería a calificar, como poco, de sonrojantes. La semana pasada asombró a tirios y a troyanos diciendo que, como un alto porcentaje de jubilados españoles tienen casa en propiedad, este es un factor importante a la hora de valorar las pensiones reales y netas. Algo que, según él, no se suele considerar cuando se habla de las rentas que perciben. Y se quedó tan pancho. Porque sí, este señor tan listo, (debe de serlo por el puesto que ocupa) nos dijo también que «esto tiene un efecto sobre la pensión real de jubilación muy importante», porque «no es igual pagar un alquiler de quinientos euros al mes que pagar un gasto de comunidad de cien euros».

Daba contestación así a unos periodistas que le preguntaban sobre las movilizaciones de pensionistas que se están produciendo por toda España. Y lo hacía con alarde de un desconocimiento supino de la realidad que la mayoría de los pensionistas están viviendo en este país; pensionistas que, en la mayoría de los casos, ganan 670 euros, que muchos de ellos han de ayudar a sus hijos y nietos y que han de pagar comunidad, IBI, agua, luz y suponemos que algo han de comer, aunque ya se sabe que los mayores tienden a la austeridad.

Pues bien, después de aquello, el pasado lunes, el inefable señor Linde volvió a hacer declaraciones al respeto (le está tomando el gusto a esto de los micrófonos) y viene a decirnos que 've difícil' que las cuentas públicas puedan soportar una vinculación de la subida de las pensiones al IPC, por lo que aprovechando el momento ha abogado por incentivar los planes de pensiones privados al considerar que «sería bueno que la gente no solo invirtiese en vivienda, sino también un poco en activos financieros». Así, como suena, 'invertir en activos financieros'. Y yo me pregunto: pero ¿este hombre dónde vive? Pues en una burbuja que, como a otros, lo aleja de la realidad del mundo mundial. ¿A quién se refiere cuando habla de invertir en activos financieros? ¿A los trabajadores que tienen contratos por horas a la semana? ¿A los trabajadores a los que muchas empresas obligan a convertirse en falsos autónomos? ¿Ésos pueden invertir en activos financieros? Es de chiste si no fuese tan triste.

Me dan terror los personajes que habiéndose situado tan arriba (dejando a veces algunos cadáveres en el camino) son incapaces de sentir empatía por los que realmente lo necesitan. Que se permita calificar de privilegiados a aquellos jubilados que se pasaron toda su vida pagando una modesta vivienda es vergonzoso. Tan vergonzoso como la falta de sentimientos de que hace gala el personaje.

Verán, el tal Linde (aún es gobernador del Banco de España) al parecer gana 186.000 euros al año. Si a esto añadimos que tendrá cuantiosas dietas cuando viaja; que los hoteles de cinco estrellas en los que se aloja cuando da sus brillantes conferencias no los paga él; que las comidas de las que disfruta en los mejores restaurantes, en la mayoría de los casos son pagadas por otros, y que, por supuesto, cuenta con coche gratis, incluido conductor (él no es un privilegiado pensionista que puede acceder a los bonos de los transportes públicos de sus ciudades a bajo precio o gratis), hemos de pensar que sí, que cuenta con suficiente presupuesto como para invertir en 'activos financieros', esos que él recomienda a los que no pueden llegar a fin de mes.

Los expertos en la conducta humana dicen que ciertas situaciones personales pueden generar respuestas conductuales que alejen a la persona de la realidad. Yo desconozco los motivos por los que el señor Linde vive fuera de la realidad, pero sus declaraciones me hacen pensar que necesitaría bajar a la tierra.