El pasado fin de semana se celebró la primera reunión del Comité Regional del PSRM-PSOE, en la Región de Murcia tras la elección de Diego Conesa como secretario general de su partido. Esta reunión tenia lugar en Mula (está bien que el partido se mueva por la Región porque sin los municipios difícilmente se puede construir nada) y en el transcurso de la misma se pudo apreciar que, en estos momentos, los socialistas murcianos están más en lo de avanzar unidos que en mirarse de soslayo para ver quién lo hace con malos ojos. Y ya hacía falta que fuese así, tras demasiado tiempo de una cierta tensión. Tensión hasta cierto punto normal porque, cuando los partidos políticos se ven inmersos en procesos internos electorales emerge lo peor de cada uno de los candidatos, y de los que les siguen, porque todos se juegan mucho.

Me gustaría destacar esta sensación de una cierta tranquilidad que se percibe claramente desde que Diego Conesa consiguiera la secretaria general de su partido y se dedicara en cuerpo y alma a intentar unirlo. Conesa ha visitado las agrupaciones, ha conversado con los afiliados y ha tenido una intensa agenda repleta de actos, conferencias y reuniones, y el resultado de todo ello ha sido el transcurrir tranquilo de esta reunión del Comité Regional donde ha podido exponer sus puntos de vista sobre el partido, y sobre la necesidad de retomar en la sociedad el lugar que por trayectoria pertenece al PSRM-PSOE en la Región de Murcia. Y creo que tiene muy claro lo que esta sociedad necesita y el papel que los socialistas han de jugar en ella. Quizás por eso dijo: «La clave está en escuchar dentro y fuera del partido y debatir sobre las necesidades que tiene la Región con el objetivo de generar ilusión y confianza para ganar en 2019».

Justo, «escuchar dentro y fuera del partido», porque una formación política no se puede retroalimentar solo con los miembros que forman su núcleo duro. Si esto ocurre, al final todos terminan diciendo las cosas que quieren oír, y que quieren que les oigan. El partido ha de abrirse a las opiniones de los demás, y no ha sido mal comienzo el de recuperar las voces de los antiguos secretarios generales: tengo la sensación de que no siempre se hizo así. Y lo mismo que las poblaciones antiguas mostraban su respeto a la sabiduría del 'senado' de sus tribus, porque su experiencia era imprescindible para la evolución de su poblado, los partidos deberían tener más respeto hacia los que marcaron sus pasos no hace tanto tiempo. Aunque solo sea porque ellos ya cometieron sus errores y algo pueden aportar de luz para no cometerlos de nuevo.

Así es que bien por Conesa al decir que «ahora toca escucharnos a nosotros en el partido y a todos los que han tenido responsabilidades políticas, como es el caso de los exsecretarios generales, que pueden aportar experiencia para empezar a debatir e iniciar la construcción de un proyecto sólido para el cambio necesario que necesita la Región».

Y sí, la Región necesita cambios porque el paso del tiempo agosta todas las ideas, y tenemos la sensación de que Diego Conesa, de manera tranquila y sin ruidos, ha sabido pergeñar una hoja de ruta de su actividad política encaminada a reflejar en su gestión los temas que más preocupan a la sociedad.

La tranquilidad con la que se ha desarrollado el Comité Federal, la ausencia de criticas a sus cien días de gestión, los gestos que ha tenido hacia sus antecesores, y la sensación que ha transmitido de que tiene las ideas claras sobre su proyecto, nos habla de que no ha perdido el tiempo dentro del partido, pero conseguida esa tranquilidad, ahora es el momento de que piense en que las elecciones no se ganan con solo los afiliados.

Le queda un largo recorrido, el de convencer a los electores socialistas que se quedaron en el camino de que este nuevo PSRM-PSOE tiene como objetivo ilusionarles de nuevo. Está en sus manos.