¿Se imaginan una ciudad en la que uno de sus concejales dirija un establecimiento relacionado con el área en la que se encarga de administrar y ´legislar´? O una en la que para entrar a trabajar en una contrata pidan el número de familiares con derecho a voto que se tiene en vez del currículum. ¿Imaginan que el alcalde de esa ciudad sea el regidor más ilustrado del mundo, pero que asienta impasible en una reunión en la que otro edil hable sin tapujos de que va a realizar proyectos sin pasar por los trámites administrativos necesarios y que diga que quien no bese ´la mano del que le da trabajo´ es un marrano? ¿Imaginan una ciudad con un río en el que de vez en cuando aparecen centenares de peces muertos y en torno al cual se asegura que se realizarán los proyectos más importantes que se ´venden´ desde su Consistorio, prometiendo por activa y por pasiva que su estado es óptimo? Unos macroproyectos que no se ven conforme van pasando los meses y se termina el mandato. ¿Se imagina que esa ciudad pertenezca a un Región en la que se cargue contra los mensajeros y se les vuelva la cara cuando no interesa lo que publican, mientras se jalea y victimiza a los que reconocen en voz alta sus ´ilícitos´ procedimientos? Porque no se ve cómo se materializan... Perdonen mis excesos; les prometo que la próxima vez que escriba uno no fantasearé y me ceñiré a la realidad. ¿O no?