Deberíamos estar ya acostumbrados, pero no dejamos de escandalizarnos cada vez que López Miras suelta alguna de las suyas. No es que tengamos muchas esperanzas puestas en su presidencia, más bien ninguna, pero no dejan de sonrojarnos sus salidas de pata banco, sus propuestas disparatas y su absoluto desconocimiento de las consecuencias de sus acciones o de las causas de los problemas que pretende solucionar.

Hace pocas fechas fue con una posible y futura rebaja del tramo del IRPF que no sabemos cómo ni cuándo se hará, ni a quién afectará, pero que debe hacerse, porque en la Región de Murcia estamos diciendo adiós a los impuestos. En realidad a lo que estamos diciendo adiós, gracias a medidas como esta, es a nuestros servicios públicos (como las ITVs), pero de cara a la prensa la eliminación de impuestos no implica reducción de ingresos en las arcas públicas€ o al menos no reduce la cantidad de gasto que se puede hacer. Ya sabemos que el papel, sea el de la consejería de Economía o el de algunas rotativas, lo aguanta todo.

Pero eso es ya agua pasada y López Miras no vive de las rentas. La pasada semana se fue a Cartagena a visitar la Universidad Politécnica y tuvo a bien oír cómo el rector le pedía ayuda para mejorar la internacionalización de la Universidad así como un plan de mejora de las enseñanzas primaria y secundaria que ayudase a aumentar las vocaciones científicas. Y digo bien, ´oír´, porque escuchar, escuchó mas bien poco.

López Miras decidió que nada de lo que le decía el rector iba a quedar bien en los titulares de prensa, así que se sacó de la manga (imaginamos que se lo darían preparado para que lo leyera en el viaje desde San Esteban al Campus de la Muralla del Mar) un programa que llamó ´Piedad de la Cierva´ con el que financiar a aquellas cien mujeres que, teniendo mejor expediente, decidiesen estudiar ciencias y/o ingeniería. La finalidad de este programa era, dijo el propio presidente, «fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas entre las mujeres». No nos parece mal, ni mucho menos, que el Gobierno decida crear una nueva beca para estudiantes universitarias, sobre todo teniendo en cuenta que la financiación pública de las universidades de nuestra Región ha caído desde 2009 algo más de un 20% y que las tasas universitarias han subido casi un 40%, según el informe del Observatorio del Sistema Universitario presentado en Madrid esta última semana. El problema es que esta medida no sirve para lo que López Miras cree que sirve. O dicho de otra forma: las mujeres no se matriculan en ingeniería porque no puedan pagar la matrícula, sino porque seguimos pensando que las ingenierías y las ciencias son carreras masculinas. Los datos son tozudos: las mujeres, según la OCDE, son dos de cada tres estudiantes en ciencias de la salud, humanidades, artes o ciencias de la vida. Pero cuando llegamos a las carreras técnicas, ciencias o informática su presencia baja a menos de la mitad, en una tendencia que es internacional.

Además, este sesgo se produce muy pronto, antes de los 15 años, y es independiente de los resultados escolares. Por eso el programa ´Piedad de la Cierva´ no va a servir para lo que López Miras dice que sirve. No incentivará una mayor presencia de mujeres en las carreras científicas y técnicas, simplemente pagará la matrícula de aquellas que ya lo tengan decidido€ lo cual, dicho de paso, seguro que a ellas les será de gran ayuda.

De este error de López Miras podemos sacar dos conclusiones. La primera, que López Miras y su Gobierno no tienen ni idea de lo que están haciendo. Oyen campanas, pero no saben dónde, y toda su política no es más que improvisación y oportunismo. Y esto es muy preocupante, porque tenemos un Gobierno regional que no sabe dónde va, pero lo que es peor: no sabe dónde nos está llevando (porque si se fuera ellos solos€). También es cierto que esto les ha servido durante más de veinte años, en que nos han gobernado a golpe de ocurrencia (llámese Parque Paramount o Agua para Todos), sin tener un plan detrás de la propaganda, pero no es posible seguir así. Esta Comunidad necesita políticos serios y valientes, que ofrezcan un futuro y una idea de región distinta al «acuérdate quién te ha colocado ahí» del Partido Popular. Y eso, López Miras no es que no lo tenga; es que no sabe ni lo que es.

La segunda conclusión es que el Gobierno regional debe escuchar más a los que saben, porque el único que dijo algo sensato sobre este tema fue el rector de la UPCT, Alejandro Díaz, cuando señaló la importancia de intervenir en educación primaria y secundaria. Y es que eso es exactamente lo que un plan serio de promoción de las vocaciones científicas debería hacer: trabajar desde la base, enseñar a las niñas que la ciencia y la tecnología son sus espacios también. Que las mujeres pueden ser lo que se propongan€ también en la ciencia.

López Miras podría mirar, por ejemplo, el extenso documento presentado por la UNESCO en 2007 titulado Ciencia, Tecnología y Género, que puede descargarse traducido al español desde su página web. O echarle un vistazo al plan desarrollado por la Generalitat de Cataluña STEMCat, que sí se toma en serio esto de ´fomentar las vocaciones´ científicas y técnicas, y propone medidas enfocadas a cuatro colectivos: profesores, alumnos, empresas y el conjunto de la sociedad€ lo que viene a llamarse, aquí y en Cataluña, un ´abordaje integral´ del problema.

Porque este tema de las vocaciones científicas no es un capricho. Si queremos que nuestra región emprenda un proceso de cambio de modelo productivo hacia otro más diversificado, necesitamos más ingenieras y científicas. Más trabajadores y trabajadoras cualificados capaces de participar de una economía de alto valor añadido, basada en la I+D+i, con alta productividad y elevada rentabilidad social.

Sólo así podremos salir del bucle de precariedad y escasez en el que el Partido Popular nos ha metido por su escasa previsión y su falta de responsabilidad.