Seguro que todo el mundo recuerda cómo acabó el cuento la última vez que el Real Madrid intentó fichar a un portero. Sobre todo Keylor Navas, quien se subió a un avión como madridista para firmar por el Manchester United y se bajó minutos más tarde con la consigna de actuar como si no hubiese pasado nada. Aunque cierto es que esa noche pasó a la historia de los mercados de fichajes en el mundo del fútbol por un fax. Un ´aparatito´ que recibió tarde el acuerdo entre el Real Madrid y el club británico para que De Gea acabase en el Bernabéu. El guardameta madrileño también tuvo que actuar como si no hubiera pasado nada en un club del que intentó durante todo el verano marcharse y que tuvo que terminar renovando para conservar su puesto. Zidane dijo hace unos días que ahora mismo no le hace falta un portero. Y tiene razón. Porque el técnico del Madrid tiene actualmente demasiados problemas como para añadirse uno más dejando en el banquillo a uno de los jugadores con mayor proyección de la Liga. La llegada al Madrid de Kepa Arrizabalaga, portero del Athletic Club, parece una cuestión de horas durante unos días y otros, en cambio, da la impresión de ser un fichaje innecesario en un equipo que cíclicamente hace aguas cuando pierde la ambición, el hambre por los títulos y recupera su hegemonía por Europa. El Madrid necesitará a un portero porque Navas acaba de cumplir 31 años, pero espero que no cuelgue del larguero a más ´víctimas´ a la espera de tomar un avión.