El Día de Reyes está a la vuelta de la esquina y en las casas en las que hay niños llevamos ya varias semanas ´sufriendo´ las continuas revisiones al catálogo de juguetes que cada uno de los establecimientos ha editado este año con los productos estrella que están prácticamente agotados desde que las revistas se enviaron a imprenta. Excepto algún despistado, que de todo hay en este mundo, los más pequeños ya han entregado sus respectivas peticiones al cartero real y están en un ´ay´ contando las horas que faltan para poner junto al árbol el bol de agua para los camellos y unas galletas para los Reyes Magos. Mientras tanto Sus Majestades van locos estos días corriendo tiendas intentando hacerse con aquello que más ilusión les van a hacer, una tarea en la que hay que ser consciente de las edades de cada uno de los pequeños.

Quizá algunos me consideren una maniática, pero desde que nació Lola reviso la carta a los Reyes para que los juguetes que pida sean para la edad recomendada, ya sean para ella, para un sobrino o para los hijos de algún amigo. Creo que las edades se han establecido para algo, por profesionales que comprueban que el juguete no sea peligroso para los niños.

Sin embargo, hace unos días nos encontramos en ´Papá Noel´ con un regalo inesperado, un familiar, seguro que con toda su buena intención, le trajo a la peque (que tiene 4 años) una pistola Nerf recomendada para 14. Sí, para 14 años. Quizá en estos días debamos prestar atención más que nunca a esas recomendaciones. Recuerden que está en juego la seguridad de las personitas que más queremos.