En estas fechas navideñas en las que día sí, día también, no nos queda otra que sentarnos en la mesa y pegarnos un atracón de comida, varios de los alimentos estrella que en muchas casas no pueden faltar son, sin excepción, las gambas o langostinos. Para muchos va implícito el degustar o ´chupar´ las cabezas de estos crustáceos cuando se consumen. Pues bien, según un reciente estudio de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), ahora resulta que esta práctica es peligrosa, ya que las cabezas de estos crustáceos son ricas en sulfitos y cadmio (aditivos que se añaden para que no se ennegrezca el cuerpo), lo que hace que estén vinculados a reacciones alérgicas o incluso ataques de asma en las personas que sufren esta enfermedad. Los expertos recomiendan, por lo tanto, desechar las cabezas. Lo que antes era una parte exquisita de la gamba o el langostino, ahora resulta que es peligroso para nuestra salud. Para más inri, el cadmio que tienen, al parecer también se acumula en los riñones una vez ingerido y puede generar un daño renal, diarreas o dolores de estómago. En fin, aparte de tener que estar sobreaviso por no coger más kilos de los que vamos a coger (todos nos llevamos un susto siempre), ahora también hay que evitar las 'malas cabezas´ crustáceas. Seguro que para algunos esto supone el fin de la vida. Postdada: Aunque ya quisieran esos ´algunos´, esto no es ninguna inocentada.