El año 2017 está a punto de concluir, y con él la vigencia del Plan Bienal de Igualdad de la Administración pública de la Región de Murcia. El cumplimiento del mismo presenta numerosas carencias, y su implantación es claramente deficitaria. Los cronogramas se han incumplido, numerosas medidas de las aprobadas no se han aplicado y es especialmente en la consejería de Educación donde los avances previstos se han frenado. La pasada semana, el portavoz del PP en la región, en un debate organizado por el Fórum de Política Feminista de Murcia, sentenció que la igualdad entre mujeres y hombres se conseguiría de esta forma: «Concienciar desde la base, desde la propia educación, desde la escuela», y anunció que su grupo parlamentario haría lo imprescindible para conseguirlo. Bueno, pues tomémosle la palabra, no sin antes recordar los relevantes aspectos deficitarios detectados en el ámbito educativo.

Desde la publicación de la ley 7/2007, para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y de Protección contra la Violencia de Género en la Región de Murcia, hace diez años, esperamos el cumplimiento de los dos objetivos generales del capítulo de la coeducación. El primero de ellos es la obligada implantación de un modelo educativo que incorpore la perspectiva de género y potencie la igualdad de mujeres y hombres, mediante un sistema de valores, comportamientos y normas no jerarquizado por razón de género. El segundo objetivo es garantizar la utilización de un lenguaje no sexista en el ámbito educativo y en la promoción del conocimiento. La incorporación de contenidos transversales en materia de igualdad en todas las etapas del sistema educativo es una herramienta fundamental no solo de la coeducación, sino de la prevención en violencia de género. Ninguno de estos dos objetivos se ha llevado a cabo.

También le correspondía igualmente a la Administración educativa haber adoptado las medidas oportunas para impedir la difusión y utilización en centros educativos de materiales didácticos que justifiquen o fomenten actitudes discriminatorias, además de eliminar los estereotipos sexistas en los libros de texto y en los materiales escolares. Nada de ello se ha hecho en diez años, lo cual se traduce, no ya en una falta de voluntad política, sino en una clara obstaculización de una ley que no se aplica por motivos ideológicos, porque no se desea revertir el orden patriarcal.

Según el Barómetro 2017 del Proyecto Scopio, elaborado por el Centro Reina Sofía, casi dos de cada tres personas jóvenes españolas (27,4%) de entre 15 y 29 años consideran que la violencia de género es una actitud ´normal´ en las relaciones de pareja, mostrando una alarmante normalización de la violencia machista. En una región como la de Murcia, donde la magnitud de la violencia de género la sitúa como la segunda Comunidad con mayor ratio de víctimas y donde en el primer semestre de 2017 ya se han registrado más de 3.750 denuncias (un 20,7% más), se hace evidente que es urgente una intervención en el ámbito educativo.

Es responsabilidad de las instituciones públicas procurar el fomento de la igualdad entre mujeres y hombres, la no discriminación por razón de sexo o por orientación sexual o de género, destinando los recursos humanos y materiales suficientes para implementar las medidas necesarias para dotar al actual modelo educativo de la perspectiva de género como contenido transversal. Otra actuación imprescindible es la formación en igualdad de la comunidad educativa.

Diez años después de su aprobación, la ley de Igualdad de la Región de Murcia sigue siendo ninguneada y menospreciada por el Gobierno regional con el mayor de los despotismos. En materia de igualdad solo hemos vislumbrado hipocresía, vana retórica y discursos políticamente correctos ya que no se han implementado las medidas correctoras tan esperadas para combatir la desigualdad. Pero como por estas fechas nos nutrimos de múltiples esperanzas, esperemos que el año 2018 se inicie en nuestra región con el cumplimiento del marco normativo por la igualdad entre mujeres y hombres, de tan necesaria aplicación en el ámbito educativo.