El Cambio Climático ha vuelto a estar en las portadas de los periódicos pues el pasado sábado 18 de noviembre concluyó la conferencia de Bonn (COP 23) con resultados desiguales. Como ya pasó con el Acuerdo de París, el resultado puede calificarse a la vez de decepcionante y esperanzador. La COP23 ha tenido un resultado ambiguo cuya proyección dependerá una vez más de la voluntad de los gobiernos para hacer frente de forma decidida a la amenaza del Cambio Climático. En la Región de Murcia estamos muy pendientes de estos avances, pues al ser una región frontera entre un clima mediterráneo en retroceso y un clima desértico que avanza, nos jugamos nuestro futuro a medio y largo plazo con este tipo de acuerdos y conferencias.

El Acuerdo de París tuvo luces y sombras: entre las luces podemos indicar que incluye a 186 países, entre los que se encuentran los que más contaminan del mundo (Estados Unidos, China o la India, que no participaron en el Protocolo de Kyoto), y que se apunta a un objetivo ambicioso: mantener el calentamiento global debido al cambio climático por debajo de los dos grados centígrados (se considera que por encima de cuatro grados, los efectos serían catastróficos). Entre las sombras indicaremos que estos objetivos dependen de compromisos voluntarios que cada país establece por su cuenta, y que la contabilidad experta del impacto total de los compromisos asumidos hasta ahora concluye que estamos más cerca de los cuatro grados que del objetivo establecido en el Acuerdo de París.

Estos compromisos son revisables, y deben revisarse al alza. De eso se ha hablado en la cumbre de Bonn: preparar el terreno para ser más realistas y más ambiciosos. Pero los gobiernos se han quedado a medio camino ya que apenas se ha podido avanzar y se deja para 2018 la revisión al alza estos compromisos. Sin embargo, se han aprobado algunos proyectos importantes: una iniciativa para la protección de los océanos a propuesta de las islas del Pacífico (las más amenazadas por la subida del nivel del mar) y una plataforma de las comunidades locales y los pueblos indígenas a los que se reconoce el derecho a tomar decisiones en la defensa ambiental de sus territorios. También se han empezado a comprometer algunos fondos para adaptación y mitigación del cambio climático, pero todavía con un nivel de financiación muy bajo.

Finalmente, un conjunto de países y regiones, liderados por Canadá y Reino Unido han asumido fuertes compromisos para abandonar la quema de carbón como fuente para producir energía eléctrica. Este abandono debería conseguirse en la Unión Europea y la OCDE en el año 2030: está por ver si esto será ratificado por parte de todos los países implicados. España, de momento, no está en ese compromiso.

La Región de Murcia ya se está viendo afectada por el cambio climático: los años muy calurosos, las fuertes y prolongadas sequías, o las tormentas súbitas catastróficas son cada vez más frecuentes. También sucedían en el pasado, pero ahora suceden más a menudo y con efectos acumulativos que impiden la recuperación de los acuíferos entre sequía y sequía. A la Región de Murcia deberían llegar fondos para adaptación al cambio climático. Al mismo tiempo, el cambio de modelo energético hacia las renovables y en concreto la energía solar fotovoltaica, debería beneficiar a la Región de Murcia, poseedora en abundancia de este recurso: el Sol. Tenemos la más alta irradiación de Europa, y un euro invertido en fotovoltaica en nuestra Región produce un 30% más de energía que ese mismo euro invertido en Alemania o en Reino Unido. No tiene sentido que estos países lideren las instalaciones fotovoltaicas en Europa, mientras España y Murcia se quedan en la cola.

El Cambio Climático es a la vez una amenaza y una oportunidad para la Región de Murcia. Nuestra forma de actuar ahora dependerá de cómo podamos afrontar el futuro, si queremos apostar por una región sostenible adaptándonos y contribuyendo a mitigar el cambio climático, o mirar a otro lado esperando a convertirnos en un desierto. Las leyes de Cambio Climático que se están tramitando en la Asamblea Regional y en el Congreso de los Diputados serán la prueba que nos permita ver qué actitud tiene cada partido político ante este tema. Mientras se prepara la siguiente cumbre de Cambio Climático en Polonia, veremos en qué dirección quieren avanzar nuestra región y nuestro país.