Hubo una época donde a los gobernantes solamente les importaba la recalificación de terrenos, aunque hacían ver a la sociedad que se trataba de desarrollo municipal y crecimiento urbanístico. Incluso alguien les dijo que utilizaran la coletilla ´sostenibilidad´ o ´sostenible´ en sus intervenciones, un término que empezaron a introducir al final de cada frase y que, en sus manos, o más bien en sus bocas, fue perdiendo rápidamente fuerza, sentido, significado.

Hubo una época en la que a los dirigentes políticos solamente les importaba la construcción de edificios y viviendas, donde sin tener claras las verdaderas obligaciones como gestores públicos (tampoco escondían sus pretensiones personales para servirse de ello) convirtieron entornos rústicos o de huerta en urbanos, sin prever los servicios e infraestructuras necesarios, alejándose de la promulgada sostenibilidad.

Aunque históricamente se puede decir que las Administraciones públicas han estado muy lejos de conseguir cubrir las necesidades estructurales sanitarias de cada época, hubo un tiempo en el que pudiendo alcanzar el reto de adaptar dichas estructuras a las necesidades sanitarias, y con ello atender los problemas de salud de las personas de forma eficiente, se optó por obras faraónicas que hoy día siguen sin estar dentro del catálogo de servicios básicos de una sociedad, por mucho que nos lo intenten hacer creer.

Será complicado alcanzar el reto que gobernantes pasados tuvieron en sus manos debido al alto endeudamiento que han generado a nuestras Administraciones, pero sí conseguiremos cambiar la forma de gestionar lo público, dando prioridad a la ejecución de las obras necesarias que vayan destinadas a cubrir las necesidades esenciales de los ciudadanos.

Servicios básicos e indispensables como el Centro de Salud de Santiago y Zaraíche. Una obra bloqueada desde hace dieciséis años por el Partido Popular, que nunca la ha considerado prioritaria hasta que Ciudadanos la ha puesto, como otras tantas, encima de la mesa y, lo más importante, dentro de los presupuestos regionales. Una iniciativa que parte de la Junta Municipal de Santiago y Zaraíche para después ser impulsada desde el grupo municipal de Ciudadanos hasta proyectarla finalmente en la Asamblea Regional, mediante la aprobación de una enmienda de nuestro grupo parlamentario.

Por fin vamos a devolver a la sociedad lo que le pertenece, lo que es suyo por derecho: un Centro de Salud prometido desde 2001, cuando el ayuntamiento de Murcia cedió al Servicio Murciano de Salud un solar de 3.800 metros cuadrados destinado a este fin, entre la calle Marqués de los Vélez y la avenida Nuestra Señora de Atocha, que, desde entonces, lo único que ha albergado es un maltrecho cartel ajado por el paso del tiempo.

Parece que esta justa reivindicación toma impulso. Esperamos que se licite en el menor tiempo posible, y que los más de once millones de euros de inversión previstos para su construcción mejoren significativamente las condiciones de más de 10.000 vecinos de esta zona de Murcia.

Esta y no otra es nuestra razón de ser y estar en las Administraciones. Hubo una época de derroche y excesos intolerable. Hoy vivimos otra distinta, un nuevo tiempo en el que Ciudadanos está; y como integrante de esta etapa de cambio, nuestro deber y responsabilidad es conseguir que proyectos primordiales como el Centro de Salud de Santiago y Zaraíche salgan adelante, con acciones reales que nos devuelvan la confianza y mejoren el día a día de los murcianos. Seguimos.