Nada más llegar a la puerta San Pedro le dijo que allí no le esperaban y que no estaba en la lista. Le dijo el dueño de las llaves que aquello era un error brutal porque donde hace falta humor es aquí abajo, en la tierra. Ocurre que como San Pedro no es tonto le ha dejado la puerta casi cerrada para que salga cada vez que quiera y pueda repartir su humor entre la tierra, el cielo y allá dónde haga falta. Lo ha podido hacer con él porque es Chiquito. Donde sí parece que hacía falta alguien era en esta Región nuestra. Hasta he oído decir en la radio algo así como que menos mal que ya está aquí de nuevo Bernabé. Es más, dice el diputado Teodoro (cargo y nombre juntos le hacen evangelista) que el que quiera, que frene ahora la llegada del AVE... «¡Qué lo haga!». Oírlo me ha llenado el alma de esperanza y seguridad, por un lado, y de tristeza y estrañeza, por otro. ¿Depende de un solo hombre, con nombre, el avance y progreso de nuestra Región? Entonces ¿por qué lo dejamos marchar? Entre otras cosas (es mi impresión) porque creo que a él nunca le gustó lo de Madrid. Señor Bernabé, se encuentra usted de nuevo frente al mismo toro y todo el mundo le mira. Suerte en la terna y ojalá dé la vuelta al ruedo.