Prueben a ver las cosas de este modo. Girona fue tan heroica como Zaragoza en la lucha contra el invasor francés. El magnífico tiqui-taca que llevó a su apogeo a la selección española de fútbol no es menos grande porque se haya inspirado en el Barça de Guardiola. Los Juegos Olímpicos de Barcelona fueron un compromiso en el que se lucieron Cataluña y España. Sí, España es mucho más que su Gobierno: un viejo proyecto no del todo resuelto, pero constituido por un tejido sentimental más sólido y tupido de lo que alcanzan a describir los catones simplistas de los partidos. Sobre todo si se cepilla ese sentimiento de la caspa fascista.

Prueben a ver lo ocurrido entre Barcelona y Madrid como lo que creo que es: una lucha de poder. De dos poderes igualmente acosados por la crisis, el malcontento y la corrupción: todos los días se localizaba otra fosa séptica de favores, decadencia, clientelismo y mangancia. Uno, Madrid, emprendía la clásica fuga hacia delante confiado en que la gente se olvidaría de todo con el tiempo. El sistema catalán bebía del póker: todo a una carta (el ensueño sonámbulo de la independencia manque pierda) antes de que el cabreo se difumine con la llegada de tiempos mejores.

Y así empezó el jolgorio. Con los medios bajo la tutela de la Moncloa convertidos en auténticos Ministerios de la Difamación y dedicados a machacar cualquier cosa que no estuviera sometida al bipartidismo y a su sistema de turnos. El PDCat, que es la vieja Convergència, no lo olvidemos, se duchó, perfumó y cambió de nombre (como si eso borrara sus infamias) y metió a ERC en el redil del Junts pel Sí con la amenaza de señalarle como enemiga del Procés (y de la zanahoria del burro: la independencia) si se resistía, lo que le procuraba más poder, incluso aunque perdiera diputados. Con la patria (amenazada o en eclosión) se desvanecían todos los asuntos pendientes. Pero en Jaén no bailan menos a Peret porque Peret sea catalán y gitano, ni España se la inventó Franco, ni Cataluña es una región, sino un país dentro de otro país. Hay que resolver esto y descartar la unidad impuesta. Eso es maltrato.