Me gusta empezar sabiendo qué es lo que voy a echar cada día a la olla y dejando siempre los viernes libres por si alguien me dice las palabras mágicas: «¡Ven, que te invito a un aperitivo». Hasta un psicólogo con pocas horas de diván diría que soy una persona previsora, y es así. Me gusta ser organizada, tener las cosicas más o menos claras y dejar en el aire lo que vaya viniendo sin avisar. En este punto es cuando toca decir eso de ´con razón el mundo no se tuerce´ porque con el tema de Cataluña no hemos empezado la semana sabiendo qué es lo que va a suceder, sino todo lo contrario. Nadie entiende nada y nada es lo que se sabe de lo que realmente está y va a suceder. Como dice mi amiga Lola, todos están en la calle y otros sin que se hayan resuelto sus casos han tenido que dejar de ser hasta presidentes de su Comunidad Autónoma, abandonar la presidencia de su partido y salir a buscarse la vida donde poco se sepa de lo que ha sido su quehacer en la Region de Murcia. En fin, que prefiero un poco de orden, que para el desorden siempre se está a tiempo.