l Anuario de Estadísticas Deportivas 2017 del MECD recoge entre sus variadas fuentes los datos aportados por la Encuesta de Hábitos Deportivos en España, detectando un incremento del número de personas que semanalmente realiza deporte, pasándose de un 37% en el 2010 a un 46% en el 2015. En el caso de la Región de Murcia, la subida asciende del 36 al 43%, aunque pueden apreciarse diferencias de género. La mitad de los varones entrevistados declara que hace ejercicio tanto en una fecha como en otra. Con respecto a las mujeres, el 21% dice ejercer deporte en el 2010 subiendo al 36% en el 2015.

Si nos preguntamos por qué la participación femenina en actividades físicas sigue siendo minoritaria con respecto a los hombres, cabe argumentar que durante mucho tiempo han existido ideas estereotipadas acerca del carácter masculino del deporte, prejuicios que como se evidencia tienden hacia su superación pero que laten como convencionalismos. Un ejemplo, fue este verano la polémica suscitada en la prueba del Descenso del Sella declarada de interés turístico internacional, donde la piragüista Beatriz Manchón tuvo que lamentar públicamente una reglamentación machista que le impidió competir en la categoría absoluta junto a Manuel Busto.

Actualmente aunque de forma sutil porque ya no está bien visto, se siguen dando maneras de perpetuar desigualdades entre hombres y mujeres en los más diversos ámbitos, también en el deportivo e incluso en la vida cotidiana. A este tipo de conductas camufladas se les llama 'micromachismos', y una vez detectadas conviene denunciarlas para ponerles freno, como hizo en Asturias la tres veces campeona del mundo en piragüismo.

Observando el panorama desde un prisma positivo que nos ayude a valorar los avances conseguidos, aunque sin obviar lo que queda por hacer, podemos volver a los datos aportados por la encuesta citada para calificar de espectacular el llamativo aumento de la participación femenina en nuestra comunidad autónoma, nada menos que un incremento de quince puntos durante el quinquenio contemplado. Esto no ocurre así por casualidad, entre otras causas hay que mencionar la extensión de la idea del deporte como práctica saludable, lo que mueve a gran parte de las personas que vemos haciendo footing, ciclismo, yendo hacia el gimnasio o caminando con su ropa de deporte.

La estampa deportiva adquiere unas singularidades especiales en la ciudad portuaria de la Región, Cartagena, que por fin vive de cara al mar y en sus aguas cada vez más hombres y mujeres de variadas edades practican deportes náuticos. Vela latina, ligera, dragón boat, otras modalidades de remo, buceo, pesca y demás formas de la náutica deportiva configuran una serie de elementos para una inigualable fotografía digna de contemplar en directo. Los deportes náuticos son un plus como reclamo turístico, un añadido que hace si cabe más bonita la vista del horizonte entre los dos faros, en la que frecuentemente irrumpen grandes cruceros y otras pequeñas embarcaciones de lujo. También alrededor del puerto cartagenero se llevan a cabo deportes terrestres, entre los que puede destacarse la marcha nórdica que en fines de semana se practica desde la puerta del Club de Regatas hacia lugares de la costa, como la playa de Cala Cortina, La Algameca o el dique de Navidad.

Han pasado muchos años desde que en 1975 se publicara La Carta Europea del Deporte para Todos que promocionaba al mismo como un factor importante del desarrollo humano en todas las etapas de la vida. Ya parece que se ha comprendido, el deporte es algo más que lo competitivo y ahonda en valores como salud, cooperación, solidaridad e igualdad.

Además está estrechamente asociado a un turismo deportivo en auge, que no puede pasar desapercibido como fuente de riqueza.