Uno de los rasgos intrínsecamente vinculados a las sociedades avanzadas es la importancia que se otorga a la educación. Pero si no queremos que sea mera retórica buenista, la relevancia concedida a la calidad educativa debe notarse en diversos ámbitos y dimensiones. Dicho de otro modo, la insistencia en la calidad tiene que reflejarse también cuantitativamente. Ha de notarse, por ejemplo, en el capítulo de asignación presupuestaria. Y así es, en efecto, ya que un tercio del presupuesto de la Comunidad se destina a educación. Tres de cada diez euros. Como no todo es cuestión de presupuesto, el incremento del gasto no basta: se trata de invertir el dinero para fortalecer los aspectos más vitales del sistema educativo, aquellos que se traducen en una mejora del clima y los resultados educativos. Tenemos todavía muy reciente el inicio del curso escolar, también en la universidad. Ahora que, por un lado, aún lo tenemos fresco en la memoria y, por otra parte, ha habido un tiempo prudente para el análisis, quisiera señalar algunos aspectos relevantes sobre el comienzo del curso.

Una de las cosas que en primer término llama la atención es la fecha del inicio de curso. No falta quien señale que de año en año se adelanta cada vez más: ahora tiene lugar a comienzos de septiembre de un modo que tiende a homogeneizar el comienzo de Primaria y Secundaria e, incluso, algunas carreras universitarias. Hay que recordar que, por el contrario, hay una apuesta decidida por la autonomía de los centros y de los municipios en sus respectivos ámbitos. La autonomía, que es uno de los rasgos esenciales de los sistemas educativos de éxito, ha llevado a que cada municipio organice libremente sus fechas de inicio y regule el calendario escolar adaptándolo a las festividades locales.

Se produzca antes o después, el inicio es siempre un estreno y, como tal, remite por un lado a novedad, como cuando se estrenan zapatos y, por otra parte, a preparación, programación y anticipación.

Todo inicio es una novedad, un nuevo comienzo. Algunos estrenan centro, la inmensa mayoría porque se incorporan por primera vez al sistema educativo o porque cambian de nivel de enseñanza. Pero el inicio de curso requiere, tanto para los que continúan en el mismo centro como para los que se incorporan a uno nuevo, libros, lápices y material escolar nuevo, a estrenar, como bien saben los padres que corren con el gasto, aunque la consejería haya destinado este curso más de diez millones de euros en becas de comedor y material escolar que han permitido proveer más de 55.000 becas para aliviar esta carga.

El estreno remite también a preparación, programación: ni se estrena una obra en el teatro ni se estrena un curso sin mucho trabajo previo. A lo largo del verano se han realizado obras de cierta envergadura en casi cuarenta centros educativos, con un coste cercano a los dos millones de euros.

Porque aunque las infraestructuras no son lo esencial, es también importante reparar las instalaciones, renovar y regenerar las zonas de recreo o las aulas que lo requieran, así como ir mejorando las condiciones de acceso a los alumnos que presentan movilidad reducida permanente o temporal (cuando en un centro conviven centenares de chicos jóvenes con el brío propio de la edad, es difícil que no haya alguna que otra muleta).

Pero esa preparación no se limita, como decimos, a las infraestructuras. Es destacable también el adelanto al 31 de julio del proceso de adjudicación del profesorado interino o con destino provisional para que todos conocieran su destino antes de agosto y pudieran así organizar el comienzo de curso. También se ha logrado agilizar los trámites para las familias y se ha ganado en eficacia: este curso han obtenido el centro elegido en primera opción poco más de 9 de cada 10 (un 92,1% para ser exactos) al inicio de la Educación Infantil.

Se ha logrado una disminución de la proporción entre aulas y alumnos. Se ha incrementado el número de unidades, incluso en Educación Infantil. Lo mismo hay que decir respecto a Secundaria: el curso pasado la ratio fue de 29,1; este está en 28,3, con 100 unidades más.

Otro ámbito en el que se mejora cada curso es la enseñanza de las lenguas extranjeras. Este curso se han incorporan 83 nuevos centros a la enseñanza bilingüe, con lo que el número de centros que imparten este tipo de enseñanza se eleva ya a 516, lo que constituye un 87% del total de centros y, por primera vez, este sistema de enseñanza está presente en la totalidad de los municipios de la Región. Así se camina paso a paso hacia el objetivo de extender totalmente el bilingüismo para el curso 2019/20, con lo que la Región de Murcia será la primera comunidad con todos sus colegios bilingües.

Los 26 nuevos ciclos de formación profesional que este curso se ofertan son la plasmación de la preocupación del Gobierno para que estos estudios estén cada vez más adaptados al mercado laboral no sólo por la ampliación del mapa de la FP, sino por la adaptación de la oferta a las realidad de la comarca donde se impartirán esos estudios. Con un total de 46 ciclos y más de 1.500 plazas, se duplica la oferta de FP Dual. Con esta modalidad colaborarán hasta 270 empresas.

Calidad educativa supone tambien disponer y disfrutar de un sistema educativo que sea capaz de hacer llegar los beneficios de la educación a todos. De hecho, este curso se han destinado más recursos para atender a alumnos con necesidades especiales. Se han inaugurado ocho nuevas aulas abiertas, con lo que se alcanza el número de 101. Se atiende a 37.000 alumnos, 700 de ellos con necesidades graves y permanentes.

Desde el Consejo Escolar expresamos tanto nuestra felicitación a quienes han hecho posible un arranque del curso escolar en condiciones cuanto nuestro deseo y convencimiento de que este curso académico sea provechoso para toda la comunidad educativa.