El turismo constituye una oportunidad de desarrollo social, económico, cultural y medioambiental para muchos de nuestros pueblos y ciudades. La Región de Murcia no es ajena al ´boom´ turístico que vive el país, con cifras récord en llegadas de visitantes, con crecimientos anuales de dos dígitos y que podrían acabar el año con más de 85 millones de visitantes. A esta coyuntura tenemos que añadir el buen comportamiento de la demanda interna, que en el caso de nuestra Región es la base de nuestro turismo.

El pasado año, la Región recibió 5,3 millones de turistas, de los que 4,3 procedían del mercado nacional. Tenemos un sector económico con un potencial enorme, que supone el 11% del PIB regional y que el año pasado genero 48.000 empleos, pero que no ha sabido encontrar su hueco en los mercados emisores y que depende en más de un 81% del mercado nacional, con menos capacidad adquisitiva.

Mirar atrás y culpabilizar de responsabilidades y fracasos no nos hará recuperar el tiempo perdido. Murcia sigue siendo uno de los destinos menos preferidos por los viajeros españoles. Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia están por delante de nuestra Región. En ocupación por plazas estamos 11,5 puntos por debajo de la media nacional, y eso con datos de un mes como agosto. Sobre la rentabilidad por habitación disponible la diferencia es de más de 30 euros respecto a la media nacional.

Por tanto, son muchos los retos, y es ahora (aprovechando la coyuntura nacional e internacional), cuando debemos empezar a realizar los cambios necesarios para captar más visitantes y con mayor capacidad económica, volver a posicionarnos en los mercados y facilitar y mejorar la inversión privada en el sector.

La apuesta debe ser por un turismo de calidad, de alto valor añadido, que sepa apreciar nuestra rica oferta cultural, religiosa, gastronómica, deportiva y medioambiental. Hay que aumentar la rentabilidad y potenciar los sectores que se puedan beneficiar de la diversificación turística. La apuesta por el turismo de cruceros es un refuerzo de esta estrategia, pero es necesario conseguir que Cartagena sea lugar de pernoctación o puerto base de salida.

Es necesaria una apuesta decidida por el turismo inteligente. La transformación digital implica apostar por la innovación, la información y la inteligencia turística, y ahí Murcia, Cartagena y Lorca tienen mucho que decir. El 56% de los turistas nacionales gestionan ellos mismos sus viajes, y solamente un 10% contrata paquetes.

Por otra parte, el turismo del futuro será sostenible o no será. Debemos apostar por el cuidado y la protección de nuestro entorno, el respeto a la naturaleza y el mantenimiento de nuestro patrimonio natural, con el fin de mantener la competitividad y la sostenibilidad de nuestros destinos. Quedará para la historia la negligencia de los gobernantes del PP con un espacio único en Europa como el Mar Menor, y sus terribles repercusiones no solo en nuestra imagen turística: el sector hostelero ha denunciado caídas de más de cinco puntos en la ocupación en La Manga durante el pasado mes de agosto.

Es necesario mejorar la conectividad con los destinos emisores y los mercados emergentes. Necesitamos romper el aislamiento de nuestra Región, reforzar la comunicación y la promoción en los mercados. Nuestro clima nos permite luchar contra la estacionalidad, ofertando productos todo el año, que generen empleo estable y de calidad.

El agua y el cambio climático jugarán un papel importante en el futuro de nuestro turismo. Debemos adoptar de manera prioritaria planes de adaptación y mitigación de los impactos que se van a producir. Las decisiones afectarán a la planificación del viaje de los turistas, ya que el clima juega un papel clave en la duración de la estancia y en la elección del destino.

El turismo es un gran elemento vertebrador y cohesionador de las regiones, su potencial es enorme y en la Región de Murcia aún hay mucho por hacer. Acertar en las estrategias y decisiones redundará en la prosperidad de todos los murcianos.