Llegué por primera vez a esta tierra, a RNE, en 1983. Los Gobiernos de las autonomías daban sus primeros pasos y Murcia había estrenado en 1982 su primer Gobierno autonómico (antes había existido el Consejo Regional) presidido por Andrés Hernández Ros, del Partido Socialista. Ya entonces me llamó la atención la existencia de distintas familias dentro del partido. Ya entonces se oía hablar de "enanos´, ´usos´ (los que procedían del sindicato USO) y algunos más.

El Partido Socialista en la Región de Murcia siempre ha contando con distintos sectores disputándose la gobernación del mismo. Y seguramente todos ellos tenían razones para aspirar a regirlo. Todos estaban encabezados por personas con capacidad política, pero lo cierto es que la disputa de dichos sectores no ha hecho bien al partido porque los votantes lo que menos perdonan es la división de las formaciones políticas a las que han de votar. Quizás por ello el PP no permite que existan las elecciones primarias en su partido. Siempre hay un dedo que indica el camino y no hay lugar para las disputas y los desencuentros públicos.

El PSOE no obra así, celebra sus primarias e inevitablemente no siempre transcurren por el camino de la tranquilidad, sencillamente porque siempre se deja algo en el camino y es ineludible la confrontación. Pero yo creo que ya es el momento de que cambien las cosas en ese partido y sus dirigentes se den cuenta de que los enfrentamientos solamente perjudican a su formación política, que suponemos debe de tener más ambiciones que las lucha internas. Vamos, que su horizonte debe estar en ganar las próximas elecciones autonómicas y dejarse de las cosas que distraen.

Todo esto viene a cuento porque, como todos ustedes saben, el fin de semana se celebró la segunda vuelta de las elecciones a la secretaría general del PSRM-PSOE. Segunda vuelta en la que confrontaban sus discursos Diego Conesa y María González Veracruz, habiéndo quedado en el camino de la primera Francisco Lucas y ganado esta segunda y definitiva Diego Conesa, convirtiéndose de esta manera en el nuevo secretario general de los socialistas murcianos.

No conozco personalmente al ganador, solamente lo vi en una intervención en televisión y me pareció un hombre reflexivo, alejado del sectarismo y cargado de buena voluntad. Conozco personalmente a María González Veracruz, una política capaz y preparada, y en una formación política no debería de sobrar nadie que tenga algo que aportar; creo que ahora se dan las condiciones idóneas para unir a un partido que lo necesita. Es el momento de dejar de mirarse de lado mutuamente y hacerlo todos unidos en la misma dirección, porque sería la mejor manera de responder a la confianza que los afiliados han puesto en ellos.

Porque Conesa no puede olvidar que aunque ha ganado muy holgadamente no lo ha hecho por goleada y María ha de tener en cuenta que junto a sus lógicas y legitimas aspiraciones está el presente y el futuro de un partido que tan importante ha sido y es en la sociedad murciana. Por eso creo que es el momento de la generosidad, de la unión, de pensar en su electorado. Tienen un buen camino andado. La campaña electoral ha sido modélica. No hemos oído descalificaciones ni palabras que ahora se interpongan en el camino del entendimiento.

En estos días también se han celebrado primarias socialistas en Castilla-La Mancha y Madrid. Pues bien, la Región de Murcia ha destacado por su alta participación. Un 80,5% de los afiliados fueron a votar, lo que nos hace pensar que tenían ganas de hacer oír su voz. Algo que ha de llenar de responsabilidad al nuevo secretario general, que no debería olvidar que la generosidad es patrimonio de los fuertes, de los ganadores.