Esto empieza a ser poca broma y hay quienes aseguran que es el momento propicio para que aparezca un loco, listo y bajito y que arrase España. ¿Y si aparece y, a la inversa, lo pone todo en su sitio? La verdad es que hay armada una buena. Todo empezó así sin más y está llegando a pasarse de castaño oscuro. De todos modos, este tema colapsa y no es permeable a otras preocupaciones que tenemos el resto de los mortales. Miren, el miércoles me senté frente al televisor, a mediodía, para ver qué lugar ocupaba en los informativos el terrible terremoto que han sufrido en México. El primer canal en informar sobre el asunto fue Telecinco, pero veinte minutos después de comenzar, veinte minutos que dedicó al tema que me hastía, el referéndum. No me lo podía creer. Casi trescientos muertos y nosotros en España enseñando esteladas. Creo que esto se ve fuera y como nos suceda algo parecido, no lo quiera Dios, pero ya tenemos escuela, no nos quedará otra que esperar la ayuda de algún bajito listo. El terremoto que sufre la sociedad catalana está empezando a dejarnos más mella de lo que pensamos. Pregunten por ahí fuera.