Nos vamos, nos marchamos, en cierto sentido, no todos, no todos los días. Se ha acabado el verano y muchos jóvenes, y alguno habrá que ya no tanto, abandonamos las redacciones, los estudios de televisión, los de radio, los gabinetes de prensa, las delegaciones y corresponsalías, y todo aquel lugar que durante dos meses ha sido nuestro centro de trabajo, el sitio desde el cual nos hemos calentado la cabeza y elaborado las noticias con una mano en el teclado o en la libreta y otra calibrando la taquicardia del corazón. Para ustedes, lectores, espectadores, oyentes, que con su complicidad y confianza han leído, visto o escuchado con paciencia las informaciones de última hora, el ´breikin nius´, o los reportajes extensos y laboriosos, que con cariño elaborábamos para que desde la playa, la piscina, la montaña o donde hayan estado disfrutando de sus vacaciones, estuvieran informados de lo que acaecía en esta nuestra Región, o en otras zonas de España o del mundo donde un murciano había hecho, presenciado o vivido algo. Desde el Mar Menor en sus versiones verde y transparente hasta aquellos de la tierra que por mala fortuna vivieron los atentados en Barcelona. Volvemos a las clases, a la formación extra financiada por los sueldos veraniegos, a trabajar en los fines de semana o festivos, o quien no tenga de eso, en los bares, tiendas, o cualquier otro curro que haya podido sacar. Pero no se preocupen, vuelven los profesionales, los que saben, los que tienen años acumulados delante de un teclado, micrófono o cámara. Vuelve el Equipo A, el B se reencontrará con ustedes cuando el suceso lo demande.