Vaya semana de detallicos y contrastes que dejamos atrás. Ni el mejor pintor de los relojes derretidos, Eugenio Salvador Dalí, hubiese soñado convertirse en un elemento más de este disparate de semana. Aunque «estar vivo para ver cosas», que decía aquel, a lo que siempre me gusta sumar «tener orejas para oír». Sin ir más lejos, la otra noche, en el Luis de la Rosario, diez amigos que se encontraban tras cerrar el verano se convirtieron, para quienes así lo quisimos, en un rondo de sabiduría. Aseveraban que Isco es el sustituto de Iniesta en la Selección. El señor que llevaba un año sin pelarse y lo había hecho ese día, decía que al jugador le pasa lo mismo que a Nadal, que «lo que hace le nace». Su perla suprema (dejó con hipo al resto de la mesa) fue cuando, tras acabar su vermú y superar cierto tosijo, dijo que «el coreano es más tonto que una patá en lo suyo». ¡Toma castaña! Anoche fui de nuevo por si me los volvía a encontrar, pero no tuve suerte. Me habría encantado conocer su opinión sobre el Parlament. ¡Virgen de las Huertas! A Lorca me voy a tomar fuerzas con un buen plato de ´empedrao´.