Hace un par de años, estuve viajando por el sur de Francia? y ¡qué decepción! ¡Cómo me defraudaron las mujeres francesas! ¿Qué ha sido de aquellas legendarias pelambreras que lucían en los sabacos y que las elevaron a mitos eróticos en toda Europa? Durante los días que estuve merodeando por allí, no me tropecé ni con una sola francesa exhibiendo su frondosa axila. ¡Maldito láser, maldita globalización!