Dicen que se gastan en nuestro país unos dos mil quinientos euros diarios y que por tal desparpajo monedil las compañías aéreas ya se han puesto a entera disposición de los chinos. Vamos, que no falta mucho para la puesta en marcha de un puente aéreo entre ambos destinos. Al parecer, quienes más caja dejan son las chinas que compran compulsivamente aquello que las europeas miramos con ojos de garza pero con el monenero cerrado. Los bolsos más caros, joyas y demás, como quien va al súper. Todo lo contrario a la imagen que teníamos con tanto vendernos a nosotros plásticos a precio «balato». De esto se ha sabido a consecuencia de un señor oriental que hace unas semanas se gastó algo más de ocho mil euros por un dedín de whisky. Por la radio me lo contaba la murciana Marta Ruiz, que está asumiendo el reto (lo está haciendo genial) de sustituir en la COPE este verano a Carlos Herrera. Ella estaba asombrada, como yo y cualquier oyente normal. No está el mundo para esos despilfarros. Es incluso insultante. Aunque claro, en el mundo chino quizás se lo puedan permitir.