El mundo de las redes sociales ha venido para quedarse, con una mayor y rápida asimilación por parte de las nuevas generaciones. Los más jóvenes son capaces de adaptarse y aceptar cada año las nuevas aplicaciones y redes sociales. El desarrollo de éstas es más personalizado y a nuestro gusto para cubrir todas las necesidades.
Cada red social nos puede aportar aspectos positivos y negativos. Dependiendo del uso que le demos obtendremos un resultado u otro.
Centrándonos en el ámbito profesional destacaría las ventajas de la red social Linkedin. Su potencial de crecimiento y transformación es casi ilimitado, convirtiéndose con el tiempo en un ejemplo positivo de lo que nos puede aportar el uso extendido de la tecnología y las redes sociales.
Sobre la base de una adecuada estrategia personal, Linkedin nos aporta en su versión gratuita, multitud de elementos positivos a nuestra vida profesional, entre los que destacaría una mayor visibilidad de nuestro perfil en el mercado laboral, acceso directo a profesionales en todos los sectores empresariales y países. Esto nos permite aprender de ellos y de sus publicaciones. Y también, conseguimos obtener relevante información de la situación de las empresas, que es un aspecto esencial en la búsqueda de trabajo.
Para alcanzar dichos objetivos debemos seguir una serie de consejos para mantener nuestro perfil actualizado y ser un centro de atracción de oportunidades profesionales.
Debemos cuidar la imagen que trasmitimos y destacar nuestras virtudes y logros con una fuerte orientación al sector empresarial que nos interesa. Debemos poner en práctica la transparencia, prudencia y honestidad en nuestra escritura y publicaciones que realicemos en cualquier red social. Nos encontramos en un mundo global y las mentiras son descubiertas cada vez con mayor facilidad.
La creación de una buena red de contactos requiere tiempo y estrategia. Debe seguir un plan marcado y unos objetivos. Dependiendo del sector profesional al que deseemos acceder debemos generar una red de contactos diferente y aportar valor con nuestra participación directa.
Remarcaría dos perfiles de interés sobre los que trabajar inicialmente. Por una parte, aquellos que destacan por su trayectoria profesional en el sector objetivo: automoción, finanzas, comercio, marketing digital, etc. Y como segundo objetivo, trataría de localizar geográficamente (por regiones) aquellos perfiles que cuentan con un elevado número de contactos en su red y que funcionan a modo de conectores. Si conseguimos incorporar a uno de ellos a nuestra red, todos sus contactos de primer grado, que en algunos casos superan los diez mil, se convierten en contactos de segundo grado, sobre los que se puede trabajar, invitar y obtener información relevante a través de sus perfiles profesionales.
Todo ello dependerá del tiempo que dediquemos y de la estrategia planteada. Es conveniente empezar lo antes posible, estemos trabajando, estudiando o en búsqueda de nuevos retos profesionales.
La localización de un puesto de trabajo no es el objetivo que debemos plantearnos en la red social Linkedin; es, sobre todo, la consecuencia y el resultado de la tarea realizada en dicha red.
Gracias a la información que nos aporta sobre los profesionales y empresas que trabajan en el sector objetivo, nos permite dedicar nuestros limitados recursos a aquellas empresas y personas que pueden requerir nuestros servicios en un futuro y tienen el poder de decisión en la contratación de personal y servicios.
Existen infinidad de fuentes de información que aportan útiles consejos sobre la red social comentada, pero es trabajo nuestro, filtrarla, actualizarla y adaptarla a nuestra casuística personal.
Posiblemente desconozcamos en los inicios de la creación de nuestra red de contactos los beneficios futuros, siendo éstos muy diversos, desde la localización de una oportunidad laboral, asesoramiento de profesionales en campos específicos, proveedores, socios para la creación de nuevos negocios, etc. Todo está por hacer y dependerá de nuestros objetivos y del tiempo dedicado a dicha labor.
