Algún día me gustaría presenciar el concurso de imitadores de Elvis que se celebra en la ciudad de Memphis. Mientras tanto, sueño con acudir a Pamplona en los Sanfermines, sentarme en la terraza de un bar y ver pasar a los dobles de Hemingway. Son inconfundibles. Me encanta descubrirlos entre la gente que pasea por la calle Estafeta: orondos y de aspecto nórdico, con el cabello corto y la barba de un blanco casi albino. Sin olvidar la inconfundible nariz rojiza de buenos bebedores.