Al retirar su apoyo al Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea con Canadá (CETA en sus siglas en inglés), este nuevo PSOE de Pedro Sánchez pone en solfa a Europa y sus valores fundacionales basados en la libertad y la apertura de fronteras y mercados, parece apuntarse a los aires de proteccionismo que nos llegan, por ejemplo, de la Administración Trump y, con todo, actúa con absoluta frivolidad al llevar al terreno de la confrontación política cuestiones que deberían ser de Estado. Además, resulta francamente lamentable la falta de criterio de la que hacen gala estos «nuevos» socialistas, que habían votado dos veces en la misma semana a favor del Tratado, después se desdijeron afirmando que votarán, al más puro estilo ´pedrista´, «no es no» en el Pleno del Congreso, y finalmente han parecido optar por una vergonzante abstención; una vez que el mismísimo Comisario Europeo de Asuntos Económicos Pierre Moscovici, socialista para más señas, tuviera a bien leerle la cartilla personalmente al propio Pedro Sánchez, al que le espetó nada menos que «ser de izquierdas ha de ser compatible con ser creíble».

Y es que la llegada de Pedro Sánchez al liderazgo del socialismo español, para más inri presidido ahora por la antitrasvasista Cristina Narbona, está radicalizando en exceso a un PSOE que se empeña en hacer seguidismo de Podemos y sus posiciones extremistas. El resultado lo tenemos a la vista: un PSOE que, en su obsesión por atraerse al electorado de Pablo Iglesias, ni cree en Europa ni defiende los intereses generales de todos los españoles, y por lo tanto tampoco los de los murcianos. Porque, si descendemos ahora al ámbito de nuestra tierra, cabe preguntarse qué le van a contar los socialistas a los exportadores de nuestra comunidad autónoma, que de forma digna y laboriosa se ganan la vida vendiendo nuestros mejores productos al extranjero. Canadá en concreto, además de socio preferente de la Unión Europea, es un destino muy importante para los productos fabricados en la Región de Murcia. Así, en 2016 las exportaciones al mencionado país alcanzaron 8,5 millones de euros, con expectativas de doblarlas este mismo año. Entre los productos murcianos comercializados en Canadá cabe resaltar las conservas de alcachofa, pimiento y melocotón.

Pues bien, el PSOE está diciendo ahora que rechaza las libres exportaciones a este país, y está pidiendo que se pongan trabas y aranceles al comercio y al desarrollo de las empresas y los empresarios de la Región. Y todo porque este PSOE de Pedro Sánchez quiere abanderar la izquierda más extremista, porque entre PSOE y Podemos han iniciado un torpe baile en el que los líderes de ambos partidos están dándose pisotones en su competición particular por ´posturear´ y aparecer como el más radical. Disuadir a Pedro Sánchez para que reconsidere su postura, la rectifique y demuestre por una vez que se preocupa por los intereses de los españoles, y en concreto de los murcianos, sería a estas alturas como pedirle peras al olmo. Por tanto, cabe apelar a la responsabilidad de aquellas fuerzas políticas que, como PP y Ciudadanos, continúan apostando sin ambages por la Unión Europea y sus principios y valores, por las libertades de mercado y comercio, para evitar el que sería un dislate político y económico que supondría además un golpe a la economía de la Región de Murcia.