¿Recuerdan ustedes una época en la que la ultraderecha campaba a sus anchas y se perseguía a los homosexuales? Parece lejano, el franquismo y esas cosas, ¿verdad? Pues vivimos en una ciudad, Murcia, donde eso ocurrió el sábado pasado y en pleno siglo XXI. Una asociación de ultraderecha, Lo Nuestro, solicitó manifestarse el mismo día, a la misma hora y por casi los mismos espacios que el desfile del Orgullo Gay. La cuestión es fácil, ¿no? Una Delegación de Gobierno demócrata, plural y moderna habría denegado el permiso. Sólo había que decirles que tenían otros 364 días para manifestarse, punto. Que eligieran otra fecha y listo, asunto resuelto. Más que nada por aquello de que no se deben autorizar contramanifestaciones y menos de tipos violentos y homófobos que, obviamente, iban a liarla parda. Al brillantísimo y demócrata Delegado del Gobierno, un tal Sanchez-Solís, le advirtieron de lo que iba a pasar desde Podemos, No Te Prives, PSOE, la asociación de amigos del número 7 y hasta mi tío Casiano. ¿Qué hizo el máximo responsable de nuestra seguridad? La autorizó. Lo que vino luego fue peor. Quiero aclarar aquí que tengo amigos policías y me consta que son funcionarios que cumplen órdenes, van a donde les envía la superioridad y llevan a cabo las actuaciones que el mando les indica. Se juegan la vida todos los días por nosotros y están bajo el mando directo de un Delegado del Gobierno que debe ser cesado ya. Pues resulta que nuestro preclaro y eficaz Delegado del Gobierno envió a los ultras al parque de Fofó, a cien de metros de la Plaza Circular de donde salía el desfile del Orgullo y en lugar de vigilarlos, alguien encomendó a los agentes que pidieran el DNI a los manifestantes del Orgullo Gay, como si fueran terroristas. Y no sólo eso, se detuvo a un sindicalista de CC OO y hasta a un diputado de Podemos, por preguntar a los agentes qué estaban haciendo, aplicándoles la Ley Mordaza. Mientras tanto, los ultras llegaron a la manifestación y agredieron con los palos de las banderas a personas que participaban en un desfile festivo y pacífico. ¿Es esto de esta época? Sánchez Solís debería ser cesado, seguro que encuentra trabajo como guionista en Cuéntame o El Ministerio del Tiempo. Le puedo presentar gente del mundillo.

Abrazote chillao.