El triple gran salto mortal sin manos, sin red y sin dientes. Eso experimenté cuando sentado tranquilamente frente al televisor viendo las noticias (que ya es mal gusto, por cierto), me sobresalto y el mismo resorte que existe en la silla de todo opositor al momento de examinarse que te lanza hacia arriba para que te vayas, de miedo que tienes, lo volví a notar 38 años después. Me puse firme, mientras una babilla propia del asombro boquiabierto me recorrió el mentón. Hasta ahora había oído en juicio negar la evidencia, aducir que son las malas compañías las culpables, que no quería hacerlo, que nunca lo hice, que ese día no estaba allí, que había una claridad diurna maravillosa el día de autos (eran las doce de la noche), negar tu firma, negar que esa es tu voz, negar que seas tú el de la imagen, que no me acuerdo de nada, que de eso se ocupaba mi marido, mi mujer, mi pareja, mi socio? que es una herencia de mi padre, etc. Pero lo que jamás había escuchado decir a un acusado (no se puede olvidar que en España, a diferencia de EE UU, al mismo no se le toma juramento ni promesa de no mentir, por lo que puede hacerlo perfecta y legalmente) que siendo el presidente de un Consejo de Administración de una caja de ahorros, no se enteraba de nada y, lo que es peor, que no tenía por qué saber nada de finanzas, pues su misión era pasear e ir de compras con las esposas de los consejeros mientras éstos debatían el futuro de la entidad. Después hemos visto, que entre otras cosas, lo que presuntamente debatían era cómo subirse el sueldo y procurarse una pensión vitalicia de aquí te espero o una indemnización para cuando dejen ese puesto tan suculento que ya la quisiera para sí Bill Gates. Las reuniones técnicas no eran para él sino para los demás. ¡Jo, tío, que bien te lo montabas! pensé yo, y hasta me parecería gracioso si no fuera porque en realidad es grotesco, triste y ya veremos si ilegal. Una cosa es ser miembro de un consejo bancario de forma honorífica y altruista, cuya presencia y consejos en su caso ennoblecen a la entidad bancaria de turno, y otra es que seas su jefe o una de sus primeras cabezas, cobres por ello y pases olímpicamente del asunto. Esto ya no tiene ni pizca de gracia, máxime si encima esa caja de ahorros fue vendida por un euro al Banco de Sabadell, dada su situación financiera ruinosa. Si todas esas declaraciones han sido una estrategia de defensa en juicio es malo, pero si es verdad, aún es peor.

Ya les digo, siempre he pensado cuando alguien declara judicialmente que no se enteraba de nada, además de no ser verdad la mayoría de los casos, es todavía más negativo si es cierto, porque si no puede gestionar su propia casa cómo quiere gestionar la de los demás. Que no, que el pueblo español puede ser lo se quiera pero no es tonto, que nadie se cree esas excusas, aunque a veces las urnas desmientan lo que estoy afirmando. Algún día dejaremos de ser incautos y pondremos a cada cual en su sitio. En cualquier caso, ese es el camino sin retorno y ya lo hemos empezado a andar. Así que los triples saltos mortales van a acabar con el acróbata en la cárcel, en la multa o en la responsabilidad que le corresponda, pero sin que los que estén en la cola del paro y los que no llegan a fin de mes se queden sin palabras cuando hay gente que gana mucho dinero por no hacer nada.

Todo esto evidentemente aún está sin demostrar, así que esperemos. Como diría el Cholo, partido a partido, juicio a juicio, sentencia a sentencia y absolución o condena? Caso por caso.