Mira que tiene sorna el presidente del Gobierno. Bueno, también posee mucha socarronería, ironía, guasa, cinismo... Mariano Rajoy, el impasible, el innombrable, manostijeras, el gallego registrador de la propiedad ajena, lo mismo hace al plasma televisivo que a la rueda de prensa sin preguntas, o se las despacha enfadado con los periodistas. Así lo hizo, y en pocos segundos despidió, con muy mal humor y molesto, a los reporteros que comentaban entre sí que el presidente ´estaba de lunes´.

Pero lo último de Rajoy es el desprecio a Pedro Sánchez, electo secretario general socialista, el Lázaro resucitado, como le llama ahora Borrell. ´No es No´ o ´Sí es Sí´, predica Sánchez, pero eso a Rajoy se la refanfinfla. Y ya le ha marcado el terreno: no le hace falta el PSOE pedrista para seguir gobernando España. En el PSOE aún andan a ver si se ´suicidan´ de una vez o se cargan a los santones del partido.

Y mientras Podemos da bandazos entre mociones de censura y vistalegres o vistatristes, Rajoy sigue gobernando, repartiendo limosnas presupuestarias a los canarios y a los vascos ¡Vaya con el cupo vasco, qué listos son! Hace años era al revés: los listos eran los ´peseteros´ catalanes, mientras los vascos solo hablaban de independencia con los etarras, los de HB, con la venia del PNV. Y a todos, un Rajoy ya veterano con gran sarcasmo, los maneja a su antojo. Preside uno de los partidos con más corrupción en Europa. El PP la supura hasta en las telarañas de Génova. Y no sabemos si queda alguno de los grandes peperos que no haya pasado por caja de la corrupción y del mamoneo y las mamandurrias.

No saluda a Pedro Sánchez ni le felicita por su nueva victoria ´por no molestarle´. Qué bueno es este Mariano en lo de la coña, y qué bobalicón en la sonrisa y en el discurso ilusionante. Pero la pela es la pela y a unos y a otros les ha engatusado tanto que su ministro Montoro está asustado y dice ya que «el cupo vasco es bueno para todos». Habrá querido decir el ministro beneficioso solo para los vascos, canarios y para el PP, pues con sus votos les permiten maniobrar los presupuestos generales y el Gobierno un año más.

Cuando se pasea por los pasillos de la UE, pavoneándose del crecimiento económico español delante de los líderes mundiales, no se le cae la cara de vergüenza cuando algunos de estos le recrimina que España duplica la media europea en cuestiones esenciales. Como por ejemplo: paro juvenil, temporalidad entre los jóvenes, abandono escolar prematuro, pobreza infantil, que somos los peores de la Eurozona. Y suma y sigue, pues duplicamos las tasas europeas con el paro de larga duración, trabajadores pobres, riesgo de exclusión social, universitarios infravalorados, etc. Dice el registrador Rajoy que es que estamos saliendo de la crisis, pero no hace nada de nada para acelerar la salida y solo piensa en la grandes empresas del Ibex y en las clases altas más relevantes. La recuperación no llega a más de la mitad de los españoles mientras él ni siquiera se ruboriza con los ´zascas´ que le arrean en las reuniones europeas e internacionales. El Gobierno pepero se ha cargado la España del Bienestar para mucho tiempo.

Su compañera de partido y paisana, la casi gallega Ana Pastor, presidenta de las Cortes por anuencia suya, pospone la moción de censura de Podemos contra él hasta mediados de junio, en martes y 13 ´ná menos´. Y Rajoy celebra el ´buen humor´ de la presidenta Pastor. Cacicada, dicen unos; otros se descojonan por el remango de Ana Pastor y la socarronería de Rajoy. Y se monta el circo mediático cuando se corre la noticia de que no será Rajoy el que replique a Iglesias en la moción de censura sino otros. Será el portavoz pepero, Rafael Hernando, ´el bocazas retribuido´, para más mofa del líder podemita.

Lo único que ha cabreado últimamente a Rajoy es el desdén de su anterior jefe del PP, Aznar. El Ánsar del pádel, ´pasando´ de Rajoy, no le invita a los actos de la FAES, sino que convoca a Albert Rivera. Eso sí que es una arrogante jugada de Aznar contra él. El presidente del PP no ignora esta altivez de Aznar y otras del pasado. Como tampoco olvida los menosprecios de Pedro Sánchez en las dos investiduras de la anterior legislatura. Sobre todo ese ´indecente´ que le endosó y eso de que el PP corrió dopado en varias elecciones de Madrid, Valencia...

Seguro que Rajoy no volverá a cenar con ellos dos (Aznar y Pedro) ni con Maduro (pero sobre todo porque el presidente actual es más de desayunar que de cena y copeo).

Aguanta, Mariano, sé fuerte ante los envites de todos tus enemigos y del fuego amigo...