Hace unos días una multitud de ataques informáticos se sucedieron contra empresas e instituciones por todo el planeta. En algunos casos, como Telefónica en España, los piratas informáticos habían logrado bloquear ordenadores y hacerse con la información que contenían, que era automáticamente encriptada para que nadie pudiese acceder a ella. Era un secuestro. Un secuestro de datos, también conocido como ransomware por el tipo de virus que lo causa. Y a cambio, los piratas pedían un rescate€ en bitcoins.

El bitcoin no es de momento una gran herramienta de consumo pero sí ha demostrado ser un instrumento de inversión. Es un producto complicado de entender, pero se han ido desarrollando iniciativas para facilitar a los inversores una toma de posición sin necesidad de comprenderlo. Por ejemplo, se lanzan fondos que invierten en bitcoins entre otros elementos y, como en otros paquetes es la entidad a través de la que se contrata el fondo la que mueve el dinero, uno no tiene que hacer nada. Hay que tener en cuenta que no es un producto regulado. Tampoco hay un organismo emisor al que reclamar, o seguridad jurídica alguna a la que acudir si por ejemplo te roba los bitcoins.

Es una inversión de alto riesgo independientemente de entender o no el instrumento. Por otra parte, esta criptomoneda no se puede duplicar ni falsear. Los bitcoins emitidos son los que hay y los que se manejan. Inventarse bitcoins es imposible.

El bitcoin se revalorizó notablemente tras producirse las dos noticias que marcaron el pasado 2016 y que contribuyeron decisivamente a que ese año se instalara en el imaginario popular como un periodo en el que todo salió del revés: la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses y la del Brexit en el Reino Unido.

Pero ¿cómo se fabrica el bitcoin? Esta criptodivisa se basa en la existencia de un gran y único libro contable. Cuando se produce una transacción, queda automáticamente registrada en ese libro. Este libro contable funciona gracias a la magia del blackchain. No está en un sitio concreto, sino que se encuentra repartido en una red distribuida operada por personas llamadas mineros, los encargados de escribir sus páginas. Aproximadamente cada 10 minutos un minero cierra una de esas páginas, la distribuye a toda la red bitcoin y abre la siguiente.

Para recompensar el esfuerzo de los mineros, en esa página nueva la primera transacción que se registra viene de ninguna parte y va a parar al monedero de ese minero. Así se emiten los bitcoins; y esa cantidad que se da como pago por mantener el sistema se reduce cada cuatro años a la mitad en lo que se conoce como halving. El último fue en julio de 2016. Ahora se otorgan 12,5 bitcoins cada 10 minutos.

Siguiendo esta progresión, para el año 2030 la cantidad entregada será prácticamente nada. Así que en total habrá unos 21 millones de bitcoins emitidos. Si cada vez se emite menos moneda, cada vez vale más.

Está cada vez más claro que caminamos a tipos de ´trueques´ más y más sofisticados. Evidentemente los bitcoins tienen algún que otro fallo. En los últimos tiempos han surgido monedas como dash o ether que reinterpretan el modelo original, son independientes del bitcoin y tienen redes propias que funcionan, y solventan algunas ineficacias del bitcoin. Son más apetecibles para las instituciones porque son controlables y dependen de terceras partes. Pero, aun así, para comprarlas necesitan bitcoins. No se puede comprar simplemente con la tarjeta de crédito. Con lo cual si a ellas les va bien, el bitcoin también.

Añadimos que el sistema descentralizado que hay detrás de los bitcoins hace imposible que cualquier otra persona que no disponga de tus credenciales pueda acceder a tu dinero. Tus bitcoins son tuyos y no pueden ser congelados o secuestrados, no se puede cerrar ninguna cuenta y solo tú tienes acceso. Este aspecto es para muchas personas quizá el más importante: sentirse realmente dueños de su dinero y poder estar seguro.

En el momento en el que acabo de redactar esta columna, los cambios de bitcoins con tres de las principales monedas mundiales son: 1 Bitcoin (BTC) se corresponde con 2335,43 Euros (EUR); 2614,04 Dólares (USD) o 290151,84 Yenes japoneses (JPY). El futuro monetario está aterrizando.