Lo han sido siempre. Basta ver estampas o grabados de reyes antiguos para comprobar que en sus atuendos se gastó ingenio, estudio y buen gusto, a fin de provocar determinados sentimientos en la mirada de los súbditos. Y como ése, muchos ejemplos más en todos los órdenes de la vida. En cuanto a la Gastronomía, más de los mismo. Desde siempre, presentar la mesa y escoger y presentar los platos ha obedecido a protocolos y reglas severos y estudiados, heredados por demás de antiguas tradiciones.

Y no debería ser necesario justificar estas cosas. Naturalmente, que ambas disciplinas sean arte no quiere decir que cualquier cocinero o cualquier modisto sean ya artistas. Ni hacer versos te convierte en poeta, tampoco. Y así sucesivamente. Pero ello no quita lo anterior. Hay aficionados culinarios y diseñadores amateurs que distan mucho de ser artistas. Pero sí hay artistas en las dos actividades humanas.

Actualmente, en Murcia, existen dos exposiciones de estas artes, que, insisto, no son modernas, aunque sí su reconocimiento. Me refiero a Gastroarte II, donde el alicantino Paco Torreblanca expone unas creaciones de confitería basadas en cuadros del Museo de Bellas Artes de Murcia, y a la exposición, comisariada por Leticia Varó, en la universitaria Convalecencia, sobre creaciones inspiradas en clásicos literarios universales. En ambas se parte de pie forzado. Pero eso no tiene importancia. Por si no lo saben, La Rendición de Breda, del insigne Velázquez, fue su participación en un concurso. Y dejo aquí lo de rastrear esta insignificancia del arte que sirve a un tema encargado. La Capilla Sixtina, y aquí lo dejo. Todos los artistas expuestos tienen obra original, y crean todos los días. Además de Paco Torreblanca, en la confitura, añadamos a los diseñadores Leonor Pando, Constanza Mas, Cayetana Ferrer, Fernando Aliaga, Pedro Lobo y Nerea Jiménez, Hannibal Laguna y Leyre Valiente.

Como impulsor de la gastronomía en los postres se halla Javier Bernal, director del Museo. Detrás de la exposición de moda sugerida desde las letras, está Diana de Paco, responsable máxima del Servicio de Cultura de la Universidad de Murcia, que escuchó la idea de Leticia Varó y le dio el nihil obstat para seguir adelante. En ambas exposiciones, se potencia, de una parte, la expresividad de los cuadros de los que parte la inspiración y, de otra, la fuerza de los textos clásicos que provocan la creación del diseñador. De esa manera, dos instituciones punteras en la cultura en nuestra ciudad, Mubam y Universidad, se ponen al frente de esta pequeña cruzada para introducir en sociedad, afianzándolas, estas consideraciones sobre la naturaleza estética de las citadas actividades. La Gastronomía y la Moda visitan la casa de sus hermanas, dignas y en pie de igualdad, y enriquecen la naturaleza de humanidad de ambas.

Visiten estas exposiciones, y renueven la idea que tienen de lo que es Arte. Sin ninguna minusvaloración que valga. Cada una con sus características. En su día lo fueron la Fotografía y el Cine. Es el turno, no de la adquisición de la naturaleza de Arte, que ya la tienen, sino de su difusión social como idea. Son propuestas que no sólo atañen al ojo y al gusto: llevan también médula de idea, de sentimiento y de intuición de creador.