Un año más, la Asociación Ni Peras Ni Manzanas se une a los actos conmemorativos del Día de la Visibilidad Lésbica, que se celebra en nuestro país cada 26 de abril desde 2008.

Es un día en el que deseamos recordar la importancia de que las mujeres lesbianas se visibilicen en el espacio público, como vía para seguir avanzando tanto en la igualdad jurídica como la real. Consideramos que esta apelación sigue siendo necesaria, dada la escasez de referentes visibles.

Aunque durante los últimos años el avance en derechos ha sido significativo, no lo es tanto en la vida cotidiana de tantas y tantas mujeres que siguen viviendo sus relaciones de pareja con otras mujeres desde la invisibilidad, tanto en sus entornos familiares como laborales, con el impacto negativo que este hecho provoca en su desarrollo personal y social, en definitiva, en su bienestar y derecho a una vida satisfactoria.

Es bien sabido que como seres humanos, somos seres sociales, y que no es viable una vida feliz vivida al margen de todos nuestros afectos. Son bien conocidas las consecuencias, a veces devastadoras, sobre la calidad de nuestras relaciones y sobre la propia autoimagen de valía sin ese compartir con nuestro entorno social más próximo quiénes somos y cómo vivimos.

Se hace por ello necesario que seamos cada vez más las mujeres que demos el paso hacia la visibilidad, hacia la aceptación completa de nosotras mismas y el abandono de los prejuicios sociales heredados de nuestra cultura heteropatriarcal. Con este gesto de visibilización contribuimos a que otras mujeres dejen sus comprensibles temores atrás, ampliamos el número de referentes, nos convertimos en ejemplos de vidas que desde la dignidad hacen uso de su mayor derecho, el derecho a ser felices.

Por otro lado, tener leyes que protegen nuestra dignidad, no da por hecho que en algunos asuntos y ámbitos de gran importancia se reflejen estos derechos. Las mujeres lesbianas aún nos encontramos con discriminaciones sangrantes que nos restan seguridad y bienestar, como son la atención sanitaria y el derecho a la reproducción asistida.

Con fecha 27 de mayo de 2016 fue aprobada la Ley de Igualdad Social LGTBI y de políticas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en el Parlamento de la Región de Murcia. Una ley llena de buenas intenciones, pero vacía de voluntad para aplicarla. Nuestros gobernantes tienen que tomar conciencia de la importancia de aplicar punto por punto esta ley, sobre todo en lo referente a la creación de un Observatorio contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género (art. 5), que permitiría tomar medidas realistas y eficaces contra la lgtbfobia; la atención sanitaria en el ámbito reproductivo y sexual (art. 17); planes integrales sobre educación y diversidad LGTBI (art.25). Qué fácil es redactar leyes y aprobarlas, y luego guardarlas en un cajón.

Reclamamos a las Administraciones públicas y a las fuerzas políticas de nuestro país que en el ámbito educativo se lleven a cabo iniciativas orientadas a la educación en la diversidad. Se hace necesario cortar desde la raíz los prejuicios culturales que desde la infancia y desarrollo escolar se vienen transmitiendo año tras año, provocando graves casos de ataques homofóbicos en las aulas, que han llevado a muchos menores incluso al límite del suicidio. No podemos consentir que estos hechos sigan ocurriendo ante la indiferencia de las instituciones públicas.

Finalmente, no podemos olvidar la situación de las mujeres lesbianas más allá de nuestras fronteras, en donde la homosexualidad sigue siendo un delito, y donde especialmente las mujeres sufren de manera escandalosa una doble y doliente discriminación, por ser mujer, y por ser mujer lesbiana. Países en donde aún a una mujer se la puede encarcelar por su orientación sexual, se la puede maltratar y violar, como un acto correctivo. Desde los países en donde hemos conseguido seguridad jurídica estamos obligadas a reclamar a nuestros políticos y a las instituciones internacionales que tomen las medidas necesarias para defender la integridad física y moral de todas esas mujeres.

Por todo ello, un año más, en este Día de la Visibilidad Lésbica queremos insistir en la necesidad de políticas activas que favorezcan la integración, fomenten la educación en la diversidad y erradiquen toda discriminación. Estas políticas van desde el individuo hacia las instituciones, y como ciudadanas de una sociedad democrática y moderna como es la nuestra, una actitud política desde lo individual comienza en la Visibilidad. Sin miedos, sin excusas, Visibilidad por tu derecho a ser feliz.