Es que no le encuentro otra explicación: es un agente doble, un ´infiltrao´ del PSOE o del PP. Porque tan torpe, tan torpe, no se puede ser. Un agente, digamos, de perfil bajo, claro, un Mortadelo. Me refiero a Ramón Espinar, esa ´lumbrera´ que va a cagada por semana. Primero tuvo el empacho de denunciar la especulación en una comisión de la Asamblea de Madrid diciendo que «el objetivo final de la promoción de obra pública no es venderla»; para, a continuación, vender una él. Con dos cojones. No explicó de dónde sacó los 52.000 napos que le costó meterse en el ajo y cómo la pagaba dado que no tenía ingresos. Parece ser que iba ´enchufao´, encima. En un año le sacó 30.000 euritos a la venta. Chachi. Luego va, este gran intelectual, y tras proponer Podemos que se vete la Coca Cola en el Congreso, aparece él mismo en fotos con globitos contra esta bebida imperialista; para después dejarse hacer una fotografía en el bar del Congreso despachándose dos. Ahí, ahí, coherencia. Y para terminar, estas vacaciones, cuelga en su Twitter una foto de una mariscada de las de órdago a la grande teniendo en cuenta que él ha de defender a los desposeídos y desahuciados. Lógicamente, se dio cuenta y la quitó al segundo. Pero este tío, ¿cómo sigue ahí? Es un maestro de la propaganda, pero de la propaganda de los partidos rivales. Tres Mortadelos como este te hunden unas elecciones. Pero si he buscado ´incongruente´ en la Enciclopedia Británica y sale su foto. Deberían cesarlo, antes de que la criatura meta la lengua en un ventilador o se haga una foto con una gorra del PP. Jesús que tropa. Abrazote chillao.