A menudo me pregunto si las personas que se dedican a la política y, en algún momento, ocupan cargos de responsabilidad piensan que son puestos vitalicios o que jamás volverán a ser un ciudadano más. Muchas veces toman medidas que podrían volverse en su contra cuando regresen a la fiel y sufrida infantería. Cuando están altas esferas o esferillas deben dedicarse a gestionar el bienestar general dejando a un lado el pensamiento político y su bandería de reenganche (no digo que cada uno deje de sazonar 'ligeramente' la norma' con su pizca de gracia).

Dos artículos de nuestra Constitución: 16: La libertad de ideas. Los españoles pueden tener las ideas políticas y la religión que quieran. Nadie puede obligar a otra persona a decir cuáles son sus ideas o su religión. Las instituciones colaborarán con todas las religiones en España. 18: El derecho al honor y a la vida privada. Los españoles tienen derecho al honor, es decir, a que los demás respeten su buen nombre y no le insulten. También tienen derecho a que los demás respeten su vida privada. Nadie puede entrar en casa de una persona sin su permiso?

Hay quienes, al parecer, desconocen dichos artículos y, lo que es peor, son administradores de lo público que deberían tenerlos grabados a fuego y no pasar por encima de ellos. Uno de estos gestores es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau: bajo su mandato, el Ayuntamiento que preside ha creado un fichero con datos de carácter personal denominado pomposamente Gestión de la Unidad de Deontología y Asuntos Internos de la Guardia Urbana que incluye datos de carácter personal especialmente protegidos de policías: ideología, afiliación sindical, religión, creencias, origen racial o étnico, salud, vida sexual? ¿Para qué quieren conocer la ideología y religión? La libertad de ideas políticas y la religión están amparadas en el mencionado artículo 16. Origen racial o étnico, salud. ¿Para qué hay que saber dicho origen y la salud? Lo que hay que ser es un buen policía seas de donde seas o ¿se va a tratar mejor a un policía de origen catalán que otro de origen manchego, murciano o latino, por ejemplo? ¿La salud? Todo esto atenta al artículo 18. Pero mi perplejidad llega cuando se piden datos de la vida sexual. ¿Qué quieren saber? ¿Son mejores funcionarios los homosexuales que los heterosexuales o viceversa? ¿Quieren saber las veces que llevan a cabo la coyunda, posturas, si usan preservativos? no sé? No salgo de mi asombro.

El anexo 1 de dicho anuncio especifica los datos que incluirá el fichero: personales, sociales, profesionales, laborales o económicos, entre otros. En esas categorías se detallan cuestiones como lengua materna, lengua vehicular preferente o características físicas. También propiedades, posesiones, aficiones, estilos de vida, clubes, asociaciones, ingresos. Reitero: ataques a los artículos 16 y 18 de la Constitución.

Para rematar el disparate, la gestión de dichos ficheros se va a adjudicar a una empresa externa (posiblemente de algún amigo o familiar). ¿Ada Colau también va a aportar todos estos datos? Cuando deje de ser alcaldesa de Barcelona ¿le gustaría que los recabaran de ella?¿Todos los partidos están de acuerdo? Violación total de la intimidad. Cuidado con ciertos elementos, ¿con qué fin realmente demandan estos datos?