Tres meses lleva en el poder el ´notas´ y no deja de sorprendernos y preocuparnos. Me refiero a ese auténtico trastornado que ejerce de presidente de los Estados Unidos, vamos, emperador del mundo. No era necesario que lo dijeran los psiquiatras, todos lo hemos visto: el tío está como un cencerro y da miedo, claro. El problema es: ¿somos conscientes de que a este hombre lo han votado sesenta millones de tíos? Ahora, sigamos, ¿qué ha pasado en Inglaterra con el Brexit? Otro tanto. Por no hablar de Le Pen en Francia. ¿Qué está ocurriendo para que en los países de más tradición democrática ganen terreno los populistas de derechas? Pues muy fácil, algo que estamos viviendo por ejemplo en esta Región y que en veinte años pagaremos caro: el abandono de la responsabilidad que tiene el Estado para dar una buena formación a sus ciudadanos. Una buena Enseñanza Pública. En estos países de los que hablo, y en el nuestro quizás, también, hemos generado grandes bolsas de población que no se han formado correctamente. Son los más vulnerables a los vaivenes y excentricidades de eso que los neoliberales llaman ´El Mercado´ y claro, en cuanto asoma la crisis quedan en el paro y sin capacidad ya de reacción para formarse de nuevo y salir adelante. Siguiente paso: seguir a los populistas de derechas que echan la culpa a los inmigrantes. Y pinta feo. Solemos decir que la democracia es el menos malo de lo sistemas políticos y no, es el mejor. Pero el otro leí algo que escribió mi amiga Cristina Macía, la traductora en España de George R. R. Martín. Ella dijo que nuestro problema era que los hijos de puta habían logrado aprender cómo hacer que los imbéciles les votaran. Y los imbéciles son legión. Lo clavó. Hay que formar mejor a nuestra gente, amigos. Abrazote chillao.