El año 2016 ha sido excepcional para el sector turístico español. Las previsiones más optimistas se han quedado cortas. Según los datos del Gobierno, nuestro país recibió más de 75 millones de visitantes, un 9% más respecto a 2015, que han dejado en las arcas estatales en torno a 77.000 millones de euros. España es el tercer destino turístico mundial (solamente por detrás de Francia y Estados Unidos), y en el ranking elaborado por el World Economic Forum, nuestro país aparece como el destino más competitivo del mundo, entre un total de 141 evaluados.

España logra este liderazgo gracias a nuestro Patrimonio Cultural, el ocio y nuestras excelentes infraestructuras turísticas, según el citado informe. Todas las comunidades autónomas se han visto beneficiadas con este incremento, con un notable aumento del turismo de interior.

Los datos suponen un reconocimiento explícito del continuo esfuerzo realizado por el sector empresarial español, y las diferentes administraciones nacionales, autonómicas y locales. Así lo reflejan las positivas valoraciones de nuestras infraestructuras y servicios públicos que prestan nuestros ayuntamientos. Sin embargo, esta masiva afluencia de visitantes ejerce una gran presión sobre las infraestructuras y servicios de los municipios receptores de turismo. Las haciendas locales tienen que hacer frente a los gastos que provoca este turismo masivo: saneamiento, deterioro del medio natural, limpieza viaria, seguridad, tráfico, vigilancia y limpieza de playas, agua, alcantarillado, alumbrado, etc. Nuestros municipios turísticos sufren una autentica congestión en la prestación y la calidad de los servicios

Estos consistorios soportan un mayor gasto municipal en diversas competencias, de cuya eficiencia y mantenimiento depende en gran parte la apreciación como destino atractivo turístico para los visitantes. Sin embargo, estos gastos adicionales en los que incurren no tienen contrapartida clara en los ingresos municipales.

Según establece el artículo 125 del Real Decreto Legislativo 2/2004, de la Ley Reguladora de Hacienda Locales son considerados municipios turísticos los de más de 20.000 habitantes que cuenten con un número de viviendas de segunda residencia superior al número de viviendas principales, de acuerdo con los datos oficiales del último Censo de Edificios y Viviendas. En Murcia sólo cumplen este requisito San Javier y San Pedro del Pinatar. Otras localidades eminentemente turísticas como Águilas, San Javier, Los Alcázares o Mazarrón no cumplen con estos estrictos requisitos. En el caso de Los Alcázares por motivos de población, o en el de Águilas porque ´solo´ el 43% de las viviendas censadas entra dentro de la categoría de segunda residencia.

Teniendo en cuenta todo esto, no parece muy lógico que solamente 14 municipios estén declarados como tales a efectos de financiación, y que además en los últimos años no estén percibiendo una financiación adicional por los impuestos de Tabacos e Hidrocarburos, al tener un saldo negativo estos tributos.

La Federación Española de Municipios ha denunciado reiteradamente que los ayuntamientos no cuentan con financiación adecuada para atender debidamente ni a la población de derecho ni a la de hecho y poder mantener el nivel de servicios que hacen que nuestro país mantenga su liderazgo en el sector.

A nivel autonómico, ha habido más preocupación en transferir competencias a los ayuntamientos que en dotarlos de financiación para afrontarlas, solo se hacen convocatorias puntuales y convenios entre administraciones, sin cuantificar las dotaciones.

Es por ello que se hace necesario plantear un nuevo modelo de financiación, en el que participen el Estado y las comunidades autónomas, que se vuelvan a retomar los planes de dinamización turística y se replantee el actual modelo de participación en los ingresos del Estado. Para calcular lo que deberían percibir los municipios turísticos, se debe tener en cuenta la población asistida, esto es, la población de derecho más los visitantes y turistas, y los servicios que prestan estos municipios, no solo la presencia de segundas residencias.

Si queremos seguir manteniendo el liderato turístico mundial, debemos atender las necesidades de los municipios, pieza fundamental en las prestaciones de servicios de calidad y excelencia que tanto éxito nos han dado.