El 11 de marzo de 2004 es una fecha que nunca olvidaremos. Es, seguramente, el día más triste de nuestra historia reciente. El más sangriento. La acreditación de que el terrorismo de nuestros días golpea a cualquier hora y en cualquier lugar. Sin otra estrategia que matar y sembrar el miedo. Sin respeto a nada ni a nadie.La magnitud de los atentados de Madrid, con cerca de 200 fallecidos y más de 1.800 heridos, conmovió al mundo, y la Unión Europea, sensible ante la tragedia, decidió dedicar el 11 de marzo al recuerdo de todas las víctimas de ataques terroristas, a sus familiares y allegados.

Mantener viva la voz y la memoria de las víctimas, tener presente el testimonio de quienes padecieron en sus carnes o en su familia el sangriento zarpazo, son las mejores armas para luchar contra el terrorismo, para romper el silencio que quiere imponernos, para hacer justicia a quienes merecen nuestro respeto y nuestro respaldo. Ese fue el propósito que guió al Gobierno de Murcia, en mayo del pasado año, a aprobar la estrategia de apoyo a las víctimas del terrorismo de la Región 2016-2020, recogiendo medidas de apoyo integral y reconocimiento de la memoria de las víctimas del terrorismo y de sus familias y estableciendo un marco de actuación estable, continuado y coordinado para un período de cinco años.

Las 81 medidas que contiene recogen ayudas y acciones concretas, distinciones honoríficas, indemnizaciones por daños físicos y psíquicos, reparación de daños materiales, prestaciones asistenciales y subvenciones, merced a la coordinación entre todas las consejerías y al consenso alcanzado con las principales asociaciones de víctimas. Entre estas medidas, quedó establecido un plan de pagos para el abono de las indemnizaciones a las víctimas, a efectuar en tres plazos a lo largo de la legislatura, el primero de los cuales ya ha sido acordado y anunciado por el Consejo de Gobierno el pasado miércoles, por más de 546.000 euros. A lo que se suma la publicación hoy en el Boletín Oficial de la Región, de la Orden conforme a la cual se expedirán las tarjetas identificativas de las víctimas, acción dirigida a agilizar las prestaciones que contiene el Plan, así como los descuentos a los beneficiarios del mismo. Y a estas, que destaco por recientes, se suman otras muchas medidas, contenidas en las convocatorias de ayudas educativas, en el acceso a viviendas de promoción pública, en exenciones y bonificaciones en las tasas, en subvenciones en materia de empleo€

En definitiva, un conjunto de actuaciones y de políticas encaminadas a colocar a las víctimas en el lugar que por justicia les corresponde. Pero si son importantes las ayudas materiales, no lo son menos las morales, comenzando por las distinciones que ya ha institucionalizado la Comunidad para quienes han padecido actos terroristas, y que únicamente Murcia y Valencia conceden, que supusieron en 2016 la entrega de 38 en total, ocho a título póstumo; y siguiendo por un acto tan sencillo, pero a la vez tan significativo, como el concierto celebrado ayer mismo como recuerdo y homenaje a las víctimas. De ambas formas, por ambos caminos, el Gobierno de Murcia quiere estar siempre al lado de ellos, expresarles el compromiso político y afectivo, porque las víctimas del terrorismo son el símbolo y el mejor referente en nuestro país de la defensa de la libertad y la convivencia, del Estado de Derecho y de la apuesta por los valores y los principios que sostienen una sociedad democrática. Queremos que su memoria permanezca siempre viva y su dignidad sea preservada. Queremos que el 11 de marzo sea una ocasión para el recuerdo, pero también para mantener la guardia en alto frente a la amenaza patente del terrorismo. Y queremos que el sacrificio de tantos sea semilla fecunda para la defensa de las libertades y de la democracia.