Andan algunos muy ofendidos porque la presentadora del informativo de LaSexta Cristina Villanueva ha saludado, en estos días de revuelo informativo y trasiego en los juzgados de la Región de Murcia, al enviado especial de la cadena en valenciano. La periodista pidió perdón, pero ya no había nada que hacer. La pretendida ofensa viene, imagino, porque ese ´bona vesprada´ debe llevar implícito que algunos por la capital no ubican a Murcia ni distinguen que aquí la única lengua que se habla es el castellano. Sería mucho más sencillo y sano, me atrevería a decir, comprender que se trata sólo de un lapsus de un cerebro humano traicionero. Si cada día saludas a un compañero de una determinada manera y un día al año cambia de ubicación el riesgo a que el automático actúe es más que evidente. Pero en lugar de eso, nos llegan los complejos: no conocen la Región de Murcia, no saben ni dónde estamos, no nos consideran importantes... Puestos a ofenderse, si es que hay que hacerlo, mejor sería que la indignación viniera porque las cadenas y medios nacionales sólo se fijan en Murcia cuando alguna plaga se cierne sobre nosotros y no lo hacen cuando disfrutamos de fiestas, alguna de nuestras universidades presenta estudios innovadores o uno de nuestros hospitales logra un hito. Si hicieran más conexiones desde Murcia, nadie se equivocaría al saludar al reportero.

Pero como esto no pasa, la imagen que suelen ver los de fuera es la que nosotros difundimos. Y en esta imagen están escondidos muchos de nuestros complejos de inferioridad con el resto de España y estereotipos que nos empeñamos en perpetuar desde aquí. Si alguien ha visto el último vídeo del humorista Chema Ruiz sabe a qué me refiero. ¿Y que en Murcia sólo hay limones? pues sí, eso es lo único que a algunos se les ocurre decir. En televisión y en First dates, uno de los espacios actuales más vistos (algún día alguien me tendrá que explicar por qué). Aunque para ser justos en este caso Darío, el murciano en cuestión, lo ha intentado arreglar con muy buen tino y un precioso vídeo difundido en las redes con la intención de que toda España y Ana, su cita de aquel día, se enamoren de Murcia.

Y en esta larga lista tengo que apuntar a esos murcianos que trabajan en medios nacionales y que, con humor, eso sí, contribuyen a perpetuar nuestra imagen de catetos. Yo también me río cuando leo algunas de sus bromas sobre los murcianos, pero claro, yo veo la imagen completa. Quienes están fuera, no. Si empezamos a compensar, con nuestras acciones y comentarios cuando salimos fuera y navegamos por redes sociales, todos estos mensajes que distorsionan nuestra imagen y nuestros propios complejos empezarán a difuminarse. Y así, ya nos dará igual que alguien salude a un periodista en valenciano porque será lo que es: un simple error humano.