En La Opinión, PAS a cinco columnas. Normal, dirán. Es el presidente de Murcia. Pero me voy a El País y ahí está PAS. Me cambio a El Mundo, y me encuentro cara a cara con la foto de PAS. Hasta en El Periódico de Cataluña escriben de PAS. Pruebo con la tele, que no con La 7, y anda, si aparece PAS. Da igual que sea La Sexta, Telecinco, Antena 3... PAS está en todos lados. Es tan famoso que incluso el ministro Catalá quiso conocerlo en persona. Vaya escrache mediático está sufriendo el pobre hombre. Él, que solo cometió un error... administrativo, claro. Aunque si cierra los periódicos y apaga la tele, parece que se acaba su pesadilla. Como si no existiera, como si la corrupción formara parte de nuestras vidas. Vale que mis vecinos ya le ponen cara al tal PAS (antes ni eso), pero lo de acordarse de su nombre es más difícil. Me doy un paseo por los alrededores de San Esteban y más de lo mismo. Ni un indignado esperando para leerle la cartilla al señor imputado (perdón, investigado) ni una concentración espontánea ni una pintada de 'PAS dimisión'.

Pero no sé de qué me extraño. Pedro Antonio Sánchez es político, no dueño de un club de fútbol. Y en esta Región parece que las manifestaciones, los disgustos, los gritos y los insultos se agotaron con Jesús Samper.